Cultura

Premio Nobel de Literatura: "No estamos listos para el comunismo"

Dice estar cansada de sí misma después de viajar mucho, tras obtener el Premio Nobel de Literatura en 2015. Sin embargo, la bielorrusa Svetlana Alexiévich se encuentra en España. Participará en los festivales Literal y Kosmopolis y desde Barcelona ha dicho: "La idea comunista volverá a nuestras vidas". Kosmopolis. 

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Con vocación de periodista desde que era una niña, la escritora explicó que ha pasado treinta años escribiendo lo que denomina la «Enciclopedia de la utopía roja», con libros como «La guerra no tiene rostro de mujer», «Los muchachos de zinc» o «El fin del homo sovieticus», en los que recoge, a través de voces anónimas, la vida del «socialismo cotidiano» de los últimos cien años.

La intelectual aseveró que, gracias a su experiencia de exiliada en países como Suecia, Alemania o Francia, ha visto, especialmente en el país escandinavo, «mucho socialismo», que se nota en cuestiones como la justicia o la política fiscal, lo que la lleva a pensar que, «cuando una sociedad se encuentra en una etapa de evolución de la conciencia, llega a elementos del socialismo».

«Es por este motivo -proseguió- que no podemos decir que el socialismo sea una idea mala; lo que era mala era la versión rusa».

Tampoco fue benévola con los actuales gobernantes ni de Bielorrusia ni de Rusia, surgidos de la Perestroika, aunque no olvidó que la sociedad proveniente del régimen comunista tampoco estaba preparada para la libertad.

“Llevo 30 años escribiendo esa enciclopedia que llamo la “Utopía roja”. Sé que esa idea comunista volverá. Sé que volverá. Todo empezó bonito pero acabó en baño de sangre. Soy de la generación que renegaba del comunismo. La idea es bonita, no lo niego, pero no estamos preparados para eso, ni como sociedad, ni como entidad económica. No estamos preparados para ser todos felices”, dijo en una entrevista para El Español.

“No me gusta cuando oigo que dicen que Putin es el demonio. Putin es algo colectivo, no es una sola persona porque ha concentrado en su figura todas las ilusiones de la gente humillada, engañada, gente que no sabe a quién echarle la culpa. Lo que yo me pregunto siempre con Rusia es por qué tanto sufrimiento no ha servido nunca para ganar libertad. Por qué personas que ganaron la II Guerra Mundial, tan cruel, fueron a parar a Siberia. ¿Por qué?”.

Alexiévich subrayó que “acabó el comunismo pero ahora debemos vivir con las ratas que se liberaron al terminar. Ratas del alma. Porque en una sociedad autoritaria, no se pueden liberar los propios monstruos y la personalidad se deforma. Ahora tenemos que vivir con ellos. Por ejemplo, la libertad nos vino de golpe y nadie sabía qué hacer con ella ni cómo afrontarla”.

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