Cultura

Boston Rex: “Las crisis son un caldo de cultivo para los artistas”

La espera se acabó el miércoles 11 de mayo, fecha en la que el líder de la banda anzoatiguense Tomates Fritos dio a conocer finalmente su debut en solitario: Crímenes de guerra. Es un Ep independiente, con seis canciones, justo lo que Reynaldo Goitía (Boston Rex) necesitaba para comenzar a decir lo que siente y piensa en esta nueva etapa de su carrera.

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Por: Mercedes Sanz | @JazzMercedes  

La producción estuvo a cargo del mismo cantautor y guitarrista. La grabación y mezcla, Max Martínez; José Ángel Regnault en la guitarra acústica, David Pérez en la grabación adicional y voces, y Eduardo López en el diseño. La única invitada especial es Laura Guevara.

Aunque Boston Rex ya venía tocando esta producción en vivo, fue ahora cuando decidió mostrarla en formato digital -a través de varias plataformas- y sin tema promocional, dejando que cada oyente elija su propio sencillo. “No tenía idea de moverlo como un disco, es sólo un compilado de canciones”, dice Goitía a propósito de esta forma de presentar su trabajo personal.

El título de una obra es sugerente. Crímenes de guerra pareciera que nos hablará de pesimismo y de problemas actuales.

Bueno, primero, fue un título que me gustó. Yo estaba en una gira con Hotel -cantante zuliano- en Barquisimeto, y estábamos cansados en la habitación. Y vimos en la televisión que a Rusia le tumbaron un avión y estaba denunciando eso. Yo había oído crimen de guerra, pero no le había prestado atención. Me pareció irónico que alguien reclamara un crimen de guerra cuando bombardea. Después fue cuando entendí el código de ética del crimen de guerra. A mí me gusta jugar con la ironía, yo también soy así. Además, el tema 11 de mayo habla de crimen de guerra. Yo diría que el disco tiene un significado un poco pesimista pero no ante la vida.

Hay quienes han catalogado el Ep como intimista.

La gente cree que tiene un significado íntimo por una o dos canciones. Te extraño y Dejarlo todo son temas con una historia personal, pero uno no narra su vida en una canción. Así que eso no es íntimo. Hay temas que hablan de la mentira institucional, la manipulación, de Chávez –El cadáver de un corazón roto-, y eso no tiene nada íntimo -risas-. Me gustaría que el disco se considere como un compilado emocional.

¿Por qué mostrarlo ahora?

Desde 2012 tengo este proyecto, y ya venía mostrándolo en vivo, excepto 11 de mayo y El cadáver de un corazón roto -compuestos recientemente-. Quise materializar las canciones que tenía en el aire. Me gusta hacer canciones. A veces pasa que las nuevas canciones sustituyen las viejas, y pasan los años y dejo las viejas que también eran buenas. Cuando viajé a Colombia a un festival de cantautor, fue mi oportunidad para mostrar algo. Allá vendí el disco sin portada. Después regresé, y le hice algunos arreglos. Ya para finales abril estaba listo y alargamos la cosa hasta mayo. Creo que el disco es la mejor forma de dejar algo.

No es un álbum completamente pesimista ni intimista. ¿Qué representa para Boston Rex?

Hmmmm. Este disco no fue muy planificado como cuando haces un segundo o tercer. Como todo primer disco, es un compilado de todo lo que vienes haciendo hasta que decides grabar. Quieres cerrar un ciclo. Es un compilado de emociones, que incluye temas de distintos años. Quise tomarme la cosa en serio, cerrar el ciclo. No es un disco conceptual. Estoy yo solo, con mi voz y mi guitarra, donde le doy más importancia a la letra, la música casi no habla.

¿Por qué esa portada?

Hay un cuento fino con la portada. La iba hacer Hotel. Era una carrera de galgos dibujada por él, pero como es hippie, su computadora es muy vieja. Tuvimos muchos problemas para terminarla y cuando me la envió, yo estaba en Colombia, tenía un manchón morado, era feo. Yo dije que por respeto al tiempo de Diego, debería sacarla; pero por respeto a la obra de Diego no la voy a sacar. Llamé Eduardo, que trabaja portadas de discos, y me dijo que tenía algo que funcionaría perfecto. Me la mandó y nada, me encantó. Lo único que cambiamos fue el color rojo por el amarillo, para evitar la relación con los Tomates.

En Venezuela se ha afianzado la escena de cantautores, ¿a qué se debe?

Hay varias cosas, la situación del país ha desmembrado a las bandas, no todas están completas, y el formato solista es de supervivencia, aunque no es mi caso. Pero realmente lo que creo es que se está mostrando madurez en la movida nacional, sin industria musical. Los movimientos de afuera estaban liderados por bandas y de allí salieron los cantautores, que es una vertiente que madura la movida musical. El arma del cantautor es la canción. Es una evolución.

Entonces los problemas han sido favorables, en parte, para la música.

¡Por supuesto! Las crisis son un caldo de cultivo para los artistas. En la historia lo hemos visto y en todos lados. En la guerra el arte no para. En momentos de crisis salen las mejores propuestas de arte. Se paraliza la industria pero no la creación. Respeto a los que se han detenido por la situación tan dura.

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