Estamos hablando de un personaje que nunca se ha caracterizado por el optimismo, ni por piezas festivas, es de hecho un artista quien a su edad, hablar de finales, supone una aceptación de su destino. Cohen ha tenido que despedir a colegas y amigos menores que él o contemporáneos. En julio pasado lo hizo con Marianne Ihlen, su última musa en los sesenta, quien le inspiró a escribir «So Long, Marianne«, de ahí que sumergido en su introspección que supone «Traveling light«, le diga: «Soy un tonto, un soñador que se olvidó soñar sobre tu y yo«, hasta que suelta un «Buenas noches mi estrella caída«.
Tal vez Leonard esté lleno de una sabiduría adquirida por los años pero aún así se siente una búsqueda, se aferra a su existencialismo artístico y escribe: «Dirige su camino a través del dolor que es mucho más real que tu«, lo canta hacia el final del disco en «Steer your way«, otro de los temas más destacados de los nueves que conforman You Want It Darker (2016).
La producción de este álbum estuvo a cargo de Cohen junto con su hijo Adam y el compositor y tecladista Patrick Leonard, sempiterno colaborador de Madonna. Durante las sesiones habían unos doce músicos, incluidos Neil Larsen (Órgano), Bill Bottrell (Guitarra) y Michael Chaves (Bajo). Sin embargo, el cantautor no estuvo presente en esas sesiones, lo hizo por teléfono. Su estado de salud no era el mejor entonces. Las voces las grabó en su casa, gracias a que su hijo colocó un micrófono en la sala, junto con los equipos y una silla ortopédica, donde la marihuana medicinal estuvo presente. De hecho quedaron tres temas por fuera que podría sugerir otro álbum. Leonard está un poco mejor pero no saldrá de gira con You Want It Darker.
Muy cerca del final de su carrera, posiblemente hasta de su propia existencia, Leonard Cohen luce imponente, grande y vencedor. Su legado deambula con el paso de sus composiciones y lo ha demostrado. La oscuridad de sus canciones reflejan al artista preocupado por sus letras como primer recurso expresivo. A sus 82 años la sabiduría aún le lleva a hacerse preguntas y toparse con algunos tragedias pasadas. Es el Cohen de este momento, un anti-héroe musical activo.