Cultura

El Nuevo Grupo o la celebración de una impronta

Se acaban de cumplir 55 años de la creación de la legendaria compañía fundada por Isaac Chocrón, Román Chalbaud y José Ignacio Cabrujas. Durante más de dos décadas, hasta su disolución en 1988, incrementó la afición por el arte escénico y produjo varias de las obras más importantes de nuestra dramaturgia

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El 15 de septiembre de 1967 surge El Nuevo Grupo, una institución definitiva en el desarrollo y consolidación del teatro en nuestro país. Sus principales impulsores fueron los tres dramaturgos que más profunda huella han dejado en el arte escénico nacional: Isaac Chocrón, Román Chalbaud y José Ignacio Cabrujas, acertadamernte denominados por el periodista y crítico de arte Lorenzo Batallán como “la Santísima Trinidad del teatro venezolano”.

Para la época de su irrupción, en el mismo año del cuatricentenario de nuestra ciudad capital, el principal teatro caraqueño era el Ateneo de Caracas, prácticamente la única sala donde se hacía teatro de arte. Chocrón y Chalbaud, vinculados a dicha institución, decidieron que hacía falta una nueva alternativa, otro sitio donde pudieran verse espectáculos y autores y se desarrollara una labor más estable y sostenida.

“Fue Isaac Chocrón el de la idea y un día me la lanzó como un reto”, contaba Miriam Dembo, productora y directiva de la naciente compañía, en uno de los números de la revista que para la época editaba El Nuevo Grupo.

“Por la magia del teatro -relataba-, me encontré de la noche a la mañana convertida en productora” de Asia y el lejano oriente, el primer montaje. La elección de Román Chalbaud para dirigirla fue mi primera decisión”.

Chocrón, Cabrujas y Chalbaud, la Santísima Trinidad fundadora. Foto: Nuevo Grupo

La meta: crear un público

Vale decir que Asia y el lejano oriente” resultó todo un suceso de crítica y público. La llevaron al interior y en Caracas se presentó en el Teatro Nacional. Cubrieron todos los gastos, pagaron los sueldos y el saldo favorable que quedó se destinó como capital inicial de la naciente institución, que muy pronto estrenaría su sede propia, el teatro Alberto de Paz y Mateos (el mismo año de la muerte de este ilustre dramaturgo y docente teatral), ubicado en la prolongación Los Manolos de La Florida, donde luego funcionó el grupo Theja de José Simón Escalonas, a partir de 1988, hasta que el régimen lo expropió para convertirlo tristemente en el cascarón vacío que es hoy día.

El propósito primordial de El Nuevo Grupo era el de mantener un teatro estable, con funciones diarias a base de un repertorio de dramaturgos venezolanos y extranjeros contemporáneos y clásicos. Las tres primeras obras en su sede propia fueron Tric-Trac, de Isaac Chocrón, dirigida por Román Chalbaud; Raíces, del autor inglés Arnold Wesker, con Romeo Costea como director; y Fiésole, de José Ignacio Cabrujas, dirigida por su mismo autor. También producían obras en otros escenarios, como Las criadas, de Jean Genet, que bajo la dirección de Ugo Ulive se estrenó en el desaparecido Teatro Caracas en 1968.

Buena parte de la obra de Cabrujas se estrenó en la sala de La Florida. Foto: Héctor Castillo

Dramaturgia con forma y sentido

“El Nuevo grupo surge de la iniciativa de personas convencidas de que existe un público en Venezuela que reclama, cada vez en mayor escala, la presentación de buenos espectáculos, que a fin de garantizarle al teatro un presente y un futuro, es preciso despertar la afición por él entre las nuevas generaciones ya que existe en nuestro país el núcleo humano capaz de dar forma y sentido, con sello y personalidad propios, a esta manifestación de la cultura”, escribió Dembo en el artículo ya mencionado. Y agregó:

“Ha sido también posible gracias al conocido desinterés monetario de actores, directores y técnicos, decididos a hacer teatro por sueldos mínimos, a menudo nominales y, cuando no hay más remedio, por genuino y puro amor al arte”.

Iniciaron sus actividades los siete días de la semana, con cuatro funciones los sábados y cinco los domingos, para un total de catorce representaciones. Posteriormente redujeron la periodicidad de siete a cuatro veces semanales, “porque sólo los más incondicionales espectadores vienen al teatro los días lunes, martes y miércoles”, de acuerdo a lo expresado por Miriam Dembo en uno de los aniversarios de la institución, que tuvo buena parte de su soporte en el apoyo de la empresa privada.

Las miras de El Nuevo Grupo siempre fueron altas. “Y nos parecieron claras: hacer buen teatro, teatro que enriquezca, que deleite, que ayude a comprender; teatro que refleje las búsquedas de ayer y de hoy de un lenguaje teatral válido y creativo”, un objetivo que en sus 21 años de existencia mantuvieron como línea de trabajo, hasta su disolución en 1988.

El Nuevo Grupo cierra debido a dificultades económicas, por no contar con tanto patrocinio como tuvieron al principio y durante el desarrollo del proyecto. Román Chalbaud estaba más dedicado a su labor audiovisual, Isaac Chocrón dirigía desde 1984 la Compañía Nacional de Teatro y José Ignacio Cabrujas estaba dedicado a escribir telenovelas y fundaba el Teatro Profesional de Venezuela. “La fuerza de la llamada Santísima Trinidad estaba distribuida en otros espacios, lamentablemente por falta de subsidios”, publicó entonces un crítico.

Obras señeras de una labor

La Revolución, un montaje irreverente

Tric-Trac (Isaac Chocrón) 1967. Raíces (Arnold Wesker) 1967. Fiésole (José Ignacio Cabrujas) 1967. El sainete en Venezuela (José Ignacio Cabrujas). 1967. Los ángeles terribles (Román Chalbaud) 1967. Asia y el Lejano Oriente (Isaac Chocrón). 1968. El cuento del Zoológico (Edward Albee) 1968. La tigresa (Murray Schisgal) 1968. Sabor a miel (Shelag Delaney). 1968. El regreso al hogar (Harold Pinter) 1968. Acto sin palabras (Samuel Beckett) 1968. La lección (Eugene Ionesco) 1968. El pez que fuma (Román Chalbaud) 1968. Comedia negra (Peter Schaffer) 1968. Vanguardia americana (Alberto Rodríguez Barrera) 1968. El médico a palos (Moliere)1968. Romeo y Julieta (William Shakespeare) 1969. El acusador público (Fritz Hochwalder) 1969. OK (Isaac Chocrón) 1969. Las criadas (Jean Genet) 1969. Amelia de segunda mano (Gilberto Agüero) 1970. La fiaca (Ricardo Talesnik) 1970. Requiem para un eclipse (Román Chalbaud) 1970. El sí de las niñas (Fernández Moratin) 1970. Tio Vania (Anton Chéjov) 1970. Recuerdos de Tulipa (Manuel Riguera Saumell). 1971. Victor o los niños al poder (Roger Vitrac). 1971. Profundo (José Ignacio Cabrujas) 1971. La revolución (Isaac Chocrón) 1971. La mamma (André Roussin) 1971. Aquí hace calor (Aníbal Nazoa) 1971. Acto Cultural (José Ignacio Cabrujas) 1976. El jardín de los cerezos (Anton Chejov) 1977. El día que me quieras (José Ignacio Cabrujas) 1979. Asia y el Lejano Oriente (Isaac Chocrón) 1985. Las paredes oyen (Juan Ruiz de Alarcón) 1985. Panorama desde el puente (Arthur Miller) 1985. Lo que dejó la tempestad (César Rengifo) 1985. El Americano Ilustrado (José Ignacio Cabrujas) 1986.

Jean Carlo Simancas en “El día que me quieras”, estreno de Cabrujas en el Nuevo Grupo. Foto: archivo AJM

Isaac Chocrón, el impulso vital

Uno de los creadores venezolanos de obra más prolífica y variada es Isaac Chocrón. Además de autor de innumerables piezas teatrales, novelas y artículos, ejerció una dilatada labor docente, fundó el Nuevo Grupo y la Compañía Nacional de Teatro y dirigió la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela.

Al cumplirse 92 años de su nacimiento en Maracay, el 25 de septiembre de 1930, que coinciden con los 55 del Nuevo Grupo, es pertinente referirse a su apreciable legado cultural, resumiendo aspectos de la semblanza que sobre su vida hizo la Fundación que lleva su nombre, presidida por el actor, director y dramaturgo Javier Vidal:

“Sus padres fueron Elías Chocrón y Estrella Serfati. Su nombre inicial fue Samuel. La curación de una meningitis hizo que sus padres le cambiaran el nombre por Isaac. Tuvo dos hermanos: Mercedes y Mauricio. A sus cuatro años sus padres se divorcian.

Chocrón, nervio motor de una iniciativa que dejó profunda huella en el teatro nacional. Foto: Héctor Castillo

A la muerte del dictador Juan Vicente Gómez, la familia Chocrón migra para Caracas. Su madre, Estrella, tuvo dos hijos (Isaías y Teresa) con el Presidente Isaías Medina Angarita, sin ser su esposa oficial ni legal.

Estudia primaria en la Escuela Experimental Venezuela, donde conocería a Román Chalbaud (dramaturgo y cineasta) y Vicente Nebreda (bailarín clásico y coreógrafo.) Después de dos años en el colegio América viaja a Estados Unidos, donde estudiará en el Bordertown Military Institute, en Nueva Jersey. En 1952 cursa economía en Bachelor of Arts en la neoyorkina Universidad de Syracuse, y dos años después una maestría en la Universidad de Columbia University. En 1959 cursará un postgrado en desarrollo económico, que le otorgará el título de Ph. D. en la Universidad de Manchester, Inglaterra.

El teatro, una eterna pasión

Llega a Venezuela a mediados de los años 50. Comienza a trabajar en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corporación Venezolana de Fomento y el Ministerio de Hacienda, hasta 1969, cuando se retira para dedicarse en su plenitud al teatro y la dramaturgia.

En 1956 publica su novela Pasaje y en 1959, su primera pieza teatral, Mónica y el florentino, a la que seguirían El quinto infierno, Amoroso o una mínima incandescencia y Animales feroces. Mantiene en el diario El Nacional la columna Señales de tráfico (1959-69).

En 1966 estrena Asia y el lejano Oriente,dando pie a la creación de El Nuevo Grupo, conformado por Román Chalbaud, Samuel y Miriam Dembo, Elías Pérez Borjas y John Lange. Más adelante se integrarían José Ignacio Cabrujas, Francois Moanack y Rafael Briceño.

En 1967 estrena Tric Trac, el mismo año en que muere el director Alberto de Paz y Mateos, quien dará nombre al teatro que regentará El Nuevo Grupo , siendo Chocrón su presidente hasta 1984. En 1969 estrena OK, un éxito inédito para esos tiempos y que a su vez es producida en más de 15 ciudades de América Latina, Estados Unidos y España.

Se ruega no tocar la carne por razones de higiene, su segunda novela, editada en 1970, coincide con su entrada como profesor a la Escuela Nacional de Teatro. Un año después estrena La Revolución, a la cual le siguen, entre otras, Alfabeto para analfabetos y El acompañante. Forma parte de la primera camada de profesores de la recién fundada Escuela de Artes de la UCV, donde llegará a ser director y Doctor Honoris Causa en el 2000.

En 1979 es el primer Premio Nacional de Teatro y en 1980 estrena Mesopotamia. En 1981, y por decreto presidencial, se funda la Compañía Nacional de Teatro bajo su égida, con residencia en el Teatro Nacional de la esquina de Cipreses en Caracas. En 1987 estrena Clipper, obra autobiográfica. Un año después edita la novela Toda una dama.

En 1991, estrenae Solimán el Magnífico y en 1993 Escrito y sellado. En 1994 es nombrado director del Teatro Teresa Carreño, el más importante de Venezuela y uno de los más prestigiosos de América para aquellos momentos.

Con la entrada del nuevo siglo, publica en 2002, y por entregas en el diario El Nacionalal estilo folletín-, su novela Pronombres personales, a partir de la tragedia de Vargas, el deslave de 1999 que destruyó gran parte del litoral central. Su edición en libro aparece en 2005, coincidiendo con la publicación de El Vergel, novela autobiográfica.

En 2006 estrena su última pieza teatral Los Navegaos, bajo la dirección de Michel Hausmann y las actuaciones de Javier Vidal, Juan Carlos Gardié, Juan Carlos Alarcón y Anabelle Brun.

El 6 de noviembre de 2011,a la 1 de la madrugada, muere después de una larga enfermedad, que lo mantuvo en su último año postrado en su apartamento de la calle Negrín de la urbanización La Florida, en Caracas. En 2012 se crea la Fundación Isaac Chocrón”.

Logotipo del Nuevo Grupo, obra de John Lange

Lamentable diagnóstico

“Este régimen que nos agobia, el más inculto e ignorante en materia cultural del que tengo memoria, arrinconó al teatro de arte, a grupos como Contrajuego y Theja, los cuales tuvieron que replegarse; otros desaparecieron. No se repetirá lo que fueron el Nuevo Grupo, desaparecido en 1988 por falta de subsidios y Rajatabla, en indetenible decadencia después de la muerte de Carlos Giménez. En Maracaibo implosionó la Sociedad Dramática; en Barcelona sobrevive a duras penas el grupo de Kiddio España; en Valencia y Mérida tenemos situaciones más o menos similares”. Leonardo Azparren Giménez / Crítico, académico y magister en teatro

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