Stéphane Rolland y su París entre Prévert y Brassaï
La paleta de color se centró en el negro y el blanco en todas sus texturas, a la que Rolland se refirió como “una colección de invierno, con el negro como su más pura esencia, el blanco manchado de negro y dibujada bajo la mirada lejana de estos dos grandes poetas"