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Cecotto Jr.: Una carrera que no se pudo terminar

Por falta de patrocinio gubernamental, el hijo de la otrora gloria venezolana del motociclismo y automovilismo debió renunciar al sueño de inscribir su nombre como piloto regular de la Fórmula Uno

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TEXTO: FRANCISCO ZAMBRANO

A finales de los ochenta y aprovechando el boom del grupo puertorriqueño Menudo, alguno que otro transeúnte iba tarareando en la calle una versión del éxito “Súbete a mi moto”.

“Súbete a mi moto, soy Johnny Cecotto”, fue un estribillo que irrumpió como si se tratase de un jingle en una radio. Y es que en Venezuela el motociclismo era una predilección de una élite antes que apareciera en la escena Johnny Cecotto, dos veces campeón mundial de la categoría.

Cecotto hizo lo que Jhonattan Vegas logró recientemente con el golf, pero en una escala mayor; le dio a la velocidad sobre dos ruedas un matiz popular en un país donde los peloteros y las misses constituían el grueso de las figuras públicas. Además abrió una brecha para otros centauros como Carlos Lavado y el fallecido Iván Palazzese.

Su influencia no se quedó en terceros sino que se la transmitió a sus hijos. Johnny Cecotto Jr. también le agarró el gusto al asfalto y desde 2005 compite en diversas categorías del automovilismo, escoltado por la sapiencia de su progenitor, quien saboreó brevemente las mieles de la Fórmula Uno y hasta llegó a ser compañero de Ayrton Senna a mediados de los ochenta.

Casualmente este año cuando se cumplen 40 del campeonato mundial obtenido por su padre en los 350 cc, Johnny Amadeus debe dar un paso al costado y renunciar a su sueño de competir en la Fórmula Uno.

Este jueves pasado el joven piloto de 26 años escribió un mensaje en su cuenta de Twitter @JCecotto que tronó en las redes sociales

Cecotto, quien había conseguido avances importantes en la GP2, estaba en el umbral de la categoría reina del automovilismo, pero la ausencia de recursos minó un futuro que pudo ser promisorio.

“Johnny tenía que montarse este año en F-1, lamentablemente desde el año pasado no conseguimos el apoyo necesario, hemos pedido ayuda al gobierno y ellos no contestaron”, dijo su mánager, Emanuele Dall Oste.

Cecotto tenía que darle respuesta a los dueños de una escudería interesada en sus servicios a más tardar este jueves, de lo contrario perdería cualquier posibilidad de emular a su coterráneo Pastor Maldonado.

“Si no participa en al menos cinco carreras, pierde los derechos de la súper licencia”.

Dall Oste aseguró que desde el año pasado han tocado las puertas del Ministerio del Poder Popular para el Deporte y de su ex conductor, Antonio “Potro” Álvarez. “Para poder hablar con Maduro, para exponerle el caso de Johnny, pero nada”.

Argumenta que el gobierno es el único ente que puede asumir una tarea tan titánica como la de patrocinar a un piloto de Fórmula Uno.

“Te pongo un ejemplo, todos los pilotos brasileños tienen apoyo de Petrobras, los mexicanos de las empresas del estado, no es que el piloto alemán es apoyado por empresas venezolanas, eso no existe, cada país con el suyo y todo el mundo sabe que la empresa privada no puede ayudar a Johnny con el patrocinio”.

“¿Qué otro ente puede darlo si no es el gobierno’, ¿La empresa privada?, ¿Cúal?, ¿Dónde?”, se pregunta Octavio Estrada, periodista y comentarista de motores. “Si él de repente corriese por Italia o Alemania, pero siempre ha corrido por Venezuela, eso deja un sabor amargo”.

Estrada expone que el caso de Cecotto genera un alto grado de frustración por la forma como se plantea en la opinión pública. “Obviamente es una situación a la que ningún piloto quisiera llegar, especialmente cuando se es competitivo”.

Recordó que su progenitor también atravesó por una situación similar. “Eso fue hace treinta años y le hubiese permitido escalar a una posición más importante, a veces la historia desafortunadamente se repite”.

Cecotto Jr concluyó quinto en la temporada de la GP2 en 2014 y agarró podio en tres oportunidades. En su hoja de servicio suma 112 carreras, cuatro victorias y dos vueltas más rápidas.

Su mejor figuración fue cuando concluyó tercero en la Fórmula 3 alemana en 2008, al año siguiente acordó con la Trident en GP2 y desde entonces ha pasado por la Super Nova Racing, Ocean Racing, Barwa Addax, Arden International, Hilmer Motorsport y Carlin.

“Hay una diferencia entre Johnny y aquellos que nunca han obtenido el más mínimo resultado, pero todavía reciben apoyo económico”, siguió Estrada. “Los resultados fueron más que claros y evidentes, invito a comparar con otros pilotos de su misma generación que no han logrado figuraciones medianamente decentes”.

Dall Oste confiesa que no es un capricho, su cliente tiene todo el aval para codearse con Lewis Hamilton y compañía.

“El sueño de todos los ‘chamitos’ que corren carros es llegar a la F-1, no se está hablando de plata ni de sentimientos. Johnny llegó hasta casi la F-1 porque fue piloto de práctica, solo le faltaba un empujón”.

El manejador sentenció que aún hay un vestigio de esperanza en torno a la carrera de Johnny. “Estamos intentando el milagro de último minuto, pero ya el lunes nos tenemos que montar en el avión para firmar la renuncia con el equipo el martes. Llegó otro piloto y nos dijeron hasta luego”.

“Ojalá pueda reenfocar más adelante su carrera, la F-1 no es su única opción, podría probar con prototipos de larga duración, el campeonato de resistencia en Europa donde su padre brilló, pensar en Estados Unidos. Creo que este era su momento para saltar a la F-1, lamentablemente no se pudo”, puntualizó Estrada.

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