Con un coro de cánticos de “MVP” para cada una de sus apariciones al plato, Altuve, de tan solo 1,67 metros de estatura, disparó cuadrangulares en el primer y quinto innings en contra de Sale. Se volvió a volar la barda en el séptimo capítulo contra el relevista Austin Maddox para darle a Houston ímpetu al arrancar la serie al mejor de cinco partidos.
“Cuando cruzo esa línea de cal me siento del mismo tamaño que los demás”, dijo Altuve.
Fue la décima ocasión en que un pelotero batea tres jonrones en un juego de postemporada.
A pesar de su tamaño, Altuve se erigió como el gran líder de los Astros. Es uno de los pocos jugadores sobrevivientes del largo proceso de reconstrucción del equipo, en que hilvanaron tres campañas de al menos 100 derrotas entre 2011 y 2013, y posiblemente sea la principal razón por la que el equipo transitó sin problemas este año hacia el título de la División Oeste de la Liga Americana.
Justin Verlander lanzó seis efectivas entradas para permanecer invicto desde que Houston lo adquirió en un canje con Detroit. Sale, líder de ponches en Grandes Ligas, admitió siete carreras en poco más de cinco entradas de su debut en postemporada.
Por los Astros, los venezolanos José Altuve de 4-3 con tres producidas y tres anotadas; Marwin González de 4-1 con dos remolcadas. El cubano Yulieski Gurriel de 4-1. El puertorriqueño Carlos Correa de 4-0.
Por los Medias Rojas, los dominicanos Hanley Ramírez de 3-2; Rafael Devers de 3-0 con una producida; Eduardo Núñez de 1-0. El venezolano Sandy León de 4-2 con una producida.]]>