Venezuela celebra el Día de la Mujer con 18 presas políticas

Emirlendris Benítez es un claro ejemplo de cómo puede cambiarte la vida a alguien por estar en el sitio y momento equivocado. Ella acompañaba a su pareja a hacer un servicio ejecutivo de taxi cuando los detuvo una alcabala de un cuerpo de seguridad del Estado. Las dos personas a las que transportaban eran buscadas por estar presuntamente implicadas en el supuesto ataque con drones contra Nicolás Maduro. A ella también la detuvieron.

Tras dos meses sin conocer su paradero, finalmente Emirlendris aparece y se procesa su detención. Al momento en el que desapareció estaba embarazada, después de ese lapso ya no lo estaba más. Desde la organización Justicia, Encuentro y Paz aseguran que esta joven mujer venezolana fue sometida a tortura y se le violaron sus derechos constitucionales.

«Por más de dos meses Emirlendris estuvo desaparecida, cuando la encontraron estaba deteriorada física y emocionalmente y al día de hoy ella no puede caminar, no se le permite asistencia médica, estuvo en juicio y fue condenada como parte responsable de esas acciones, a pesar de que ninguna manera se pudo demostrar su participación en tales hechos», asegura Martha Tineo, coordinadora general de la ONG Justicia, Encuentro, y Perdón.

Emirlendris es uno de los 18 nombres del registro de mujeres consideradas presas políticas en Venezuela por parte de la organización de Justicia, Encuentro y Perdón. Los casos en los que se les acusa a estas mujeres obedecen, en su mayoría, a temas relacionados con supuestos atentados a las figuras de poder del gobierno chavista.

La operación Gedeón, el atentado del dron o la llegada de espías americanos son solo algunos de los casos reseñados que mantienen a estas mujeres privadas de libertad. Para Martha Tineo la razón por las que se les considera presas políticas son varias: detenciones arbitrarias, falta del debido proceso, falta de pruebas, entre muchas más.

En entrevista para El Estímulo, la coordinadora general de la ONG Justicia, Encuentro, y Perdón establece los patrones de las presas políticas en Venezuela, así como las limitaciones que viven en este momento para ser escuchadas en el ámbito nacional e internacional.

–Vemos en esta lista que manejan que la mayoría de detenciones se realizan a raíz de casos muy sonados de supuestos atentados contra el Gobierno de Maduro. ¿Cuál es la línea para determinar quiénes son presas políticas y quiénes están privadas de libertad por razones que muchos pueden considerar como válidas?

– La línea se cruza cuando se les viola el debido proceso, se les violan sus Derechos Humanos, cuando son sometidas a las más dantescas torturas y cuando muchas veces son condenadas en juicios donde no se logra establecer su responsabilidad.

La tragedia de la mayoría de los casos de presos políticos comienza con una detención arbitraria sin que ocurran las dos condiciones que establecen los ordenamientos jurídicos para una detención: que tenga un delito en flagrancia o que exista una investigación previa con una orden de detención. Los presos políticos son muchas veces desaparecidos o llevados a un tribunal donde se viola el debido proceso, son sometidos a unos procesos judiciales de muchísimo tiempo y tan solo una minoría de los casos logran ejecutar el juicio en el que son condenados sin que en esos juicios se compruebe que hayan cometido un hecho punible.

–Sin embargo vemos que estos casos parecen olvidarse y pasar a ser un tema relegado en la palestra pública, ¿a qué crees que obedece esto?

– Hay muchísimo miedo y autocensura, pero también hay sectores dentro y fuera del país que sacrifican hablar claramente de este tema tratando quizás de avanzar en conversaciones hacia una negociación o un diálogo que lleve a la superación de la crisis. En este sentido, nosotros, siendo una organización de víctimas, somos los más interesados en que efectivamente la crisis se supere y apostamos a un proceso de transición desde el diálogo para ver si logramos superar la crisis, pero sin duda tenemos que insistir en que no es posible avanzar en un proceso de reconciliación nacional omitiendo una situación tan dramática como la de los presos políticos.

Hemos hecho énfasis y hemos llamado la atención de quienes integran esas plataformas de diálogo de que el tema de la liberación de presos políticos sea un condicionante para poder avanzar en la negociación. No podemos hablar de una reconciliación nacional cuando tenemos en Venezuela a más de 320 presos políticos en este momento. Lamentablemente, creemos que es un tema tabú que no se quiere hablar para favorecer otro tipo de procesos.

–Pero incluso este olvido de los presos políticos y el tema de las violaciones de los derechos humanos se siente también en los ciudadanos que ya no hablan de estos temas ¿Cómo ves esta situación?

– Muchos de los casos de los presos políticos salen de la agenda pública nacional porque lamentablemente seguimos enfrentando una terrible crisis no solamente derechos humanos, sino una crisis económica, política y social. En una dinámica tan caótica en la que la mayoría de los venezolanos estamos lidiando con tantas dificultades, entre ellas una situación económica tan precaria, se van estableciendo una suerte de prioridades y de urgencias.

Sin embargo, hay que buscar los espacios para señalar que esta situación sigue siendo terriblemente grave, que la vida de estas personas sigue en riesgo y que sus familias están desesperadas por la situación en las que se encuentran.

–Ante esta realidad, ¿qué vienen haciendo desde Justicia, Encuentro y Perdón para visibilizar este tema?

– Estamos impulsando la campaña Latinoamérica sin presos políticos, porque además hemos tenido la oportunidad de intercambiar experiencias con Nicaragua y con Cuba y entendemos que la situación que está ocurriendo en Venezuela es muy similar a la situación de estos dos países en lo que respecta a presos políticos. Entonces, queremos llamar la atención de que en la región estamos ante sistemas de gobierno que insisten en la persecución política y que esta es la situación a la que nos enfrentamos cuando estamos frente al autoritarismo.

Queremos llamar la atención de toda la comunidad internacional para que intercedan a favor de una Latinoamérica sin presos políticos y por eso este 8 de marzo, por ser el Día Internacional de la Mujer, hemos decidido hacer un enorme esfuerzo y pintar unos murales con rostros de mujeres consideradas presas políticas de estos tres países. La actividad se lleva a cabo en Bogotá, San José de Costa Rica y Santiago de Chile.

La idea es sensibilizar no solamente a la comunidad general sino a las autoridades internacionales para que entiendan que esta situación se sigue suscitando, se sigue agravando y necesitamos de la voluntad de la comunidad internacional para que interceda no solamente la liberación de los precios políticos, sino en que definitivamente sus condiciones de reclusión sean acordes con la dignidad del ser humano y con las normas establecidas internacionalmente en materia de reclusión y privación de libertad.

Esta es la lista completa de las mujeres consideradas presas políticas en Venezuela por la organización Justicia, Encuentro y Paz

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