Werner ofreció en Nueva York una visión de la economía regional, días después de haber presentado su informe en Washington, y entre los casos que citó se refirió a los problemas económicos que está atravesando Venezuela por la caída en los precios internacionales de crudo, su principal fuente de ingresos.
Señaló que se calcula que en 2015 Venezuela tendrá una contracción del 10 % en la actividad económica y de cerca del 8 % en el presente ejercicio, con una inflación del 200 % en 2015 y de cerca del 700 % en la previsión para este año.
La economía venezolana «está implosionando» por el efecto «terrible» de la situación que está atravesando y la dimensión social de la crisis, dijo Werner en un debate organizado por la American Society y el Consejo de las Américas.
Preguntado sobre si a causa de esa crisis pueda llegar un momento en que Venezuela se declare en cese de pagos en sus obligaciones de deuda, Werner recordó que el Gobierno de Caracas «ha demostrado claramente su voluntad de pagar».
Dijo que, en todo caso, ese puede ser un tema importante para los tenedores de deuda soberana venezolana o de sus empresas públicas, pero «la verdadera cuestión es cómo arreglar la economía de Venezuela».
«Al final del día, lo relevante no es tanto el pago del siguiente cupón. Eso podría ser la manifestación (de la situación económica venezolana) para los mercados financieros internacionales», añadió.
Dijo que ello «no sería una sorpresa» ni representaría un «shock», e insistió en que Venezuela «no está enfrentando una crisis externa» y mantiene controlado su déficit de cuenta corriente.
Lo que se necesita, insistió, «es hacer un ajuste del sector público», teniendo en cuenta el «enorme» descenso de sus ingresos, e intentar «restablecer una economía de mercado».
En su exposición, Werner recordó las cifras presentadas en Washington el pasado 22 de enero al señalar que Latinoamérica se enfrenta a una nueva recesión este año, con un especial impacto en Brasil y Venezuela.