Con el incremento de sueldo mínimo número 41 de los últimos 18 años, los trabajadores del sector público y del privado pasarán a cobrar Bs 177.507,44 desde los Bs 136.544,18.
El aumento salarial de 30% anunciado este miércoles por el presidente Nicolás Maduro a partir del 1º de noviembre, representa Bs 40.963,25, es decir, Bs 1.365,44 al día. Pero el avance de la inflación es tal, que hoy día, es casi imposible encontrar un producto o artículo que cueste ese monto.
En un recorrido de El Estímulo por supermercados, farmacias, panaderías y quioscos del este de Caracas, se pudo constatar que cada vez son menos los bienes con precios inferiores o iguales a Bs 1.300.
A continuación un listado de productos y servicios que aún se pueden comprar con el alza diario del nuevo aumento salarial:
– Un pan dulce (piñita) Bs 1.300
– Un paquete de galletas de soda Bs 1.200
– Un paquete de Bolibomba Bs 1.200
– Un caramelo de menta Bs 600 (dos)
– Una fotocopia tamaño carta Bs 750
– Una plastificación de carnet Bs 1.000
– Un pasaje de transporte público Bs 700
El quinto aumento salarial del año, esta vez de 30%, y que se hará efectivo la primera quincena de noviembre, se habrá diluido en una inflación de 50,6% reportada en octubre por la firma Econométrica.
El poder de compra del venezolano se ha venido a pique con una inflación proyectada para el cierre de este año en más de 1.000% por distintos analistas.
Por segundo año consecutivo, Maduro no aumentó el salario mínimo en Venezuela, sino un bono de la Patria que pasó de 100 dólares a $130. Los venezolanos, por ley, siguen percibiendo poco más de 3 dólares al mes
Los sindicatos en Venezuela piden al unísono un salario mínimo de $200. Los expertos señalan que el Gobierno podría aumentarlo a $100. Sin embargo, la historia reciente muestra la posibilidad de que el aumento de bonos, y no de salarios, sea la opción que el gobierno pueda seguir manejando
¿Cuánto cuesta desacelerar la inflación? En el caso de Venezuela, cuesta mucho. Para frenar la mayor inflación de la historia el país se sacrificaron sueldos, servicios públicos y producción. Victor Álvarez reflexiona sobre esto
