«Percibimos un riesgo de que la política monetaria que se aplica actualmente pueda suponer un riesgo para la estabilidad financiera global», declaró Claudio Borio al diario alemán Die Welt.
«Los empresarios han preferido utilizar el dinero barato para adquisiciones o para comprar acciones en lugar de invertir en sus actividades, lo que demuestra que algo no funciona», explica el economista del BRI, que tiene su sede en Basilea (Suiza), informó la agencia AFP.
La mayoría de los grandes bancos centrales del planeta aplican una política monetaria flexible, con tipos de interés directores muy bajos.
El Banco Central Europeo (BCE) mantiene desde septiembre su principal tasa en un mínimo histórico del 0,05%.
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