Trabajadores metalúrgicos del cinturón industrial de Sao Paulo ocuparon este miércoles una importante avenida de la mayor ciudad de Brasil en protesta por los despidos en las fábricas del mayor polo de la industria automotor del país, informaron fuentes sindicales.
La protesta reunió en la mañana de este miércoles a trabajadores de las plantas que los fabricantes de vehículos Mercedes Benz, Ford y Scania tienen en las ciudades del llamado ABC Paulista, el cinturón industrial de Sao Paulo, según el Sindicato de los Metalúrgicos del ABC.
Los manifestantes se movilizaron a lo largo de cerca de cinco kilómetros de la llamada Vía Anchieta, la avenida que comunica Sao Paulo con varios de los municipios de la llamada Baixada Santista.
Los fabricantes brasileños de vehículos vienen reduciendo desde hace varios meses su producción, actualmente en los niveles en que estaba en 2003, para adecuarla a la fuerte caída de la demanda, y, entre otras medidas, han cortado miles de empleos y concedido licencias remuneradas y vacaciones colectivas a otros miles.
La protesta se produjo un día después de que Mercedes Benz anunciara un plan de renuncia voluntaria para sus empleados en la fábrica de Sao Bernardo do Campo con el que, según el fabricante, espera reducir su «excedente» de cerca de 2.000 trabajadores.
En la planta del fabricante alemán en Sao Bernardo do Campo actualmente hay 1.800 empleados disfrutando de una licencia remunerada y sin plazo para volver a sus puestos de trabajo.
El Sindicato de los Metalúrgico del ABC informó de que decidió marchar en protesta por los despidos en las fábricas y por la reforma al sistema de jubilaciones anunciada por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, que sustituyó el 12 de mayo a Dilma Rousseff mientras el Senado la somete a un juicio político destituyente.
Los manifestantes también protestaron por otras medidas económicas anunciadas por Temer, según el sindicato, que está vinculado a la Central Unitaria de los Trabajadores (CUT), mayor unión de sindicatos de Brasil e históricamente vinculada al Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
El Sindicato de los Metalúrgicos anunció este miércoles que pretende sumarse a la huelga general planeada por la CUT para una fecha aún no definida.
El sector automotor figura entre los más afectados por la grave recesión de Brasil, cuya economía se contrajo el año pasado 3,8%, su peor resultado en 25 años.
La recesión ha disparado el desempleo hasta el récord de 11,2% de la población económicamente activa en el primer trimestre de este año.
Según datos oficiales, el número promedio de desempleados en Brasil saltó desde 8 millones en el primer trimestre del año pasado hasta 11,4 millones en los tres primeros meses de 2016.
Trasnacional española de telecomunicaciones enfrenta una fuerte caída del valor de sus acciones y lucha por reducir una deuda que todavía llega a 27.500 millones de euros.
Vender otra vez electricidad a Brasil, como ofrece Nicolás Maduro en su reciente visita a Brasilia, es posible a pesar de los problemas en Venezuela. Lo que no puede hacer su régimen es enviar esa carga eléctrica al centro y occidente de Venezuela donde los apagones son constantes. Incluso, ni siquiera a Caracas, ciudad intocable, que día a día siente más el descalabro del sistema eléctrico.
Los inversores creen que la confianza en los activos brasileños se debilitarán, una confianza que se ha visto afectada por el temor a que Lula aumente el gasto público y deshaga las reformas más favorables para el mercado
