El casino, con sus altas cúpulas, minaretes y torres construidos a imagen del famoso palacio indio, echó el cierre a las 05:59 de la madrigada del lunes tras no alcanzar un acuerdo con su sindicato de empleados para recuperar los beneficios sanitarios y pensiones que les fueron retirados en un tribunal de bancarrota.
Casi 3.000 empleados perdieron su puesto de trabajo, lo que eleva a 11.000 el número de víctimas laborales de los cierres de casinos en Atlantic City, New Jersey, desde 2014.
El sindicato inició una huelga el 1 de julio, e Icahn decidió cerrar el casino un mes más tarde alegando que no había «una vía hacia la rentabilidad».
El Taj Mahal es el quinto casino de Atlantic City que cesa su actividad desde 2014, cuando otros cuatro, entre los que estaba el Trump Plaza, apagaron definitivamente su luminaria.
Pero esta clausura es distinta: afecta a un negocio levantado por el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, quien invirtió tiempo de su campaña para lamentar el cierre.
«Siento que deberían haber podido alcanzar un acuerdo», dijo Trump a The Associated Press en una entrevista reciente. «Es difícil creer que no fueron capaces de llegar a un acuerdo».