A dos semanas de la llegada de los tres buques con gasolina iraní las colas para surtir combustible continúan en la mayor parte de Venezuela. Las esperanzas se pierden entre quienes esperaban que, al igual que en junio, las filas se acortaran con el arribo de la gasolina importada. Muchos aún se preguntan por qué las colas no terminan
Con solo excepción de Caracas y algunos estados centrales, surtir el vehículo de combustible sigue siendo todo un reto en Venezuela. «La capital siempre ha sido la consentida por aquello de que si no pasa en Caracas no pasa en Venezuela», señala el experto petrolero Rafael Quiroz, al referirse a la distribución del combustible que está haciendo el Gobierno de Maduro.
Sin embargo, las razones para que las colas no mermen a la velocidad esperada tiene más que ver con un esquema de almacenamiento que el Gobierno de Maduro quiere asegurar.
En mayo, cuando llegó la primera carga de combustible a Venezuela desde Irán, los buques traían cerca de 1,5 millones de barriles de combustible. Estos tanqueros fueron recibidos con bombos y platillos y hasta el mismo Maduro ofreció una transmisión por radio y televisión para reseñar lo que pasaba. También hizo en ese momento lo que nunca un presidente pudo concretar, aumentar el precio del combustible y venderlo en el país a precio internacional.
En ese momento, Venezuela vivía una escasez de combustible que llegó a la capital venezolana y que creó un mercado negro en el que un litro de gasolina se estaba vendiendo en más de $3. Tras la llegada de los buques, la situación mejoró y las colas de días, pasaron a ser solo colas de horas en el interior del país. Además, la estaciones de servicio que vendían gasolina dolarizada estaban libres de conghestionamiento. Sin embargo esto duró unos meses y las colas volvieron.
Ahora, con la llegada hace dos semanas de tres tanqueros iraníes, el proceso de la disminución de colas es más lento, pues según Quiroz, la situación no es la misma.
En los tres buques iraníes que entraron recientemente a Venezuela traían 820 mil barriles de gasolina. Casi la mitad de la carga anterior. Sin embargo, este déficit está compensando con la gasolina que ha entrado a Venezuela a través de buques fantasmas. La razón principal para la falla en la distribución está en que los inventarios mermaron y hay que reponerlos.
Ante la escasez de combustible de los últimos meses, los inventarios de gasolina de Pdvsa mermaron, señala Quiroz. La reserva que Pdvsa mantenía, aún en medio de la escasez, se fue consumiendo, por lo que el Gobierno de Maduro busca primero compensarla.
«La capacidad de inventarios totales de hidrocarburos en Venezuela es de 80 millones de barriles, aunque ahora solo operan 60 millones de barriles en inventario, una parte de esa se usan para almacenar gasolina. Pdvsa los mermó con la crisis y quieren reabastecer».
Esta, señala el economista y especialista en petróleo, es una razón de peso para que aún no se sienta un mayor abastecimiento en todo el país, excepto en Caracas.
El gobierno no tiene liquidez para seguir subsidiando gasolina. Según el economista Asdrúbal Oliveros, la capacidad de ingresos del estado venezolano se ha reducido tanto que de los 32 mil millones que se recibían por exportaciones en 2018, solo se llegarán a 3.500 millones este año.
Esta es una razón también para que la gasolina no solo se distribuya menos, sino que se distribuya más en las estaciones de servicio dolarizadas. Así lo señala el sindicalista petrolero Iván Freites, quien afirma que el plan es incorporar cada vez más a estaciones de servicio a precios dolarizados.
En total, 133 gasolineras que antes vendían a precio subsidiado pasaron a vender a precio internacional, y la lista sigue en aumento. De las 133, solo 15 pertenecen a Pdvsa y el resto están manejadas por privados.
El estado con más estaciones dolarizadas habilitadas es Bolívar (22), seguido por Aragua (15), Zulia (14), Carabobo (14), y Falcón (13).
Nuevas Estaciones de servi… by Ariana Briceño
La demanda de combustible en Venezuela, en medio de la pandemia, es de alrededor de 70 mil barriles al día, por lo que el combustible que llegó desde Irán puede durar cerca de un mes, con el esquema de racionamiento. Antes de la pandemia y la cuarentena, la demanda nacional de combustible alcanzaba los 250 mil barriles diarios.
Los trabajadores petroleros señalan que la reactivación de las refinerías ciertamente se ha generado, pero que aún el sistema es inestable. La refinería de Cardón está produciendo, según fuentes sindicales de Pdvsa, cerca de 32 mil barriles al día. Sin embargo, se espera que la próxima semana otra planta catalítica entre en funcionamiento para que la producción suba a 50 mil barriles de combustible por día.
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