Enrique Santiago acaba de ser escogido vicepresidente para la reconstrucción de España. Comunista de pura cepa, ha sido aval de las elecciones realizadas por Nicolás Maduro y abogado de las FARC
A Enrique Santiago lo conocen bien fuera de España, en Venezuela, Colombia y Cuba. El hilo conductor de su vinculación con estos tres países es su ideología política, de extrema izquierda.
Recién nombrado primer vicepresidente de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de España después del impacto del coronavirus, el también secretario general del Partido Comunista fue abogado durante 4 años de las FARC, el más grande componente de la guerrilla colombiana, en las negociaciones que intentó con el gobierno de Juan Manuel Santos. Además, se ha autodeclarado admirador del régimen de los hermanos Castro en Cuba y ha apoyado y justificado el gobierno de Nicolás Maduro.
Nacido en Madrid en 1964 en su curriculum apunta la licenciatura de abogado en la Universidad Complutense y varias especializaciones. Entre ellas están administración de ONG, finanzas y tributos, trabajo y seguridad social, asilo y refugio y en derecho internacional humanitario.
Santiago es izquierdista desde muy joven, y sus primeras andanzas políticas las dio en la seccional juvenil del Partido Comunista. Nunca ha ocultado sus simpatías hacia regímenes como los de Fidel Castro o Nicolás Maduro.
«(Maduro) ha conseguido mantener un proceso revolucionario a pesar de un brutal acoso internacional. Venezuela es el país de América Latina que más elecciones ha celebrado en los últimos 20 años y las más escrutadas. Mira que es difícil hacer una revolución socialista en el Caribe porque los ritmos de trabajo son muy particulares. Tiene mucho mérito mantener eso en Venezuela», expresó durante una entrevista realizada por la revista Mongolia en octubre de 2019.
Santiago ha estado en Venezuela como observador internacional de elecciones invitado por el gobierno de Maduro. En esos procesos electorales, el gobierno nunca ha permitido la presencia de otro tipo de observadores, como los de la Organización de Estados Americanos.
Sobre Cuba repitió el mantra: «Es el país con más esperanza de vida de América, más que Estados Unidos».
También, con un poco de desenfado, justificó en esa entrevista la revolución comunista en Rusia, incluyendo la desaparición del zar.
Nombrar a Enrique Santiago es asociarlo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, a quienes representó durante las negociaciones realizadas en La Habana, entre 2012 y 2016, con el gobierno de Juan Manuel Santos.
El jefe de la delegación guerrillera en esas conversaciones, es decir, para quien trabajaba Santiago, era Iván Márquez, quien intentó ser diputado en Colombia con poco éxito popular. El acuerdo logrado en esas conversaciones tampoco tuvo apoyo en el plebiscito al que fue sometido en octubre de 2016, un mes después de firmarse el acuerdo entre las partes.
Uno de sus grandes logros en estas jornadas de discusión que duraron entre 2012 y 2018, con distintas etapas, fue que reconocieran el narcotráfico de las FARC como una forma de financiamiento y no como un delito.
Aunque desde finales de 2023 sostienen conversaciones con el presidente de izquierda Gustavo Petro, en paralelo mantienen una campaña de propaganda en redes sociales, con influencers uniformados rodeados de narcocultivos y promesas de riqueza ambientadas con corridos mexicanos
En el texto, las partes hacen un llamado a los "buenos oficios" de Venezuela, Noruega, Cuba, la ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana, que en otras ocasiones han sido garantes de procesos de paz en el país
Declarado culpable de tener vínculos cercanos con las FARC de Colombia cuando era parte del alto gobierno de Hugo Chávez, Clíver Alcalá enfrenta nuevas acusaciones por narcotráfico. La esperada sentencia ha sido aplazada hasta febrero, al menos.
