Migrantes en España sufren para vacunarse contra el coronavirus

«Sé que vacunarme no me va a evitar un contagio, pero al menos podría salir de casa con tranquilidad», dice Livia, una venezolana de 70 años que hace seis fue reagrupada por su familia en España. Como muchos otros migrantes en España, no tiene acceso a la sanidad pública y solo gracias a la buena voluntad de algunos médicos puede hacerse pruebas que no podría pagarse.

En España, tanto las personas reagrupadas por familiares como los migrantes que llevan menos de tres meses en el país, no tienen acceso al servicio de salud público, según denuncian las ONG, que recuerdan que la vacunación contra la covid-19 no será efectiva si no es universal.

Ahora que en España la vacunación en mayores de 60 años ya alcanza el 90 % de esa población en su primera dosis y 43,9% las dos dosis, Livia, que cumplirá 71 años en septiembre, sigue esperando.

En su caso cuenta con una red familiar en el país, una situación muy distinta a la del medio millón de migrantes en España que tampoco tienen acceso al sistema sanitario.

«La sanidad en España no es universal», dice a Efe Nieves Turienzo, presidenta de Médicos del Mundo. Recuerda que lo más costoso para el sistema sanitario es atender casos graves: «Al final sale más caro si alguien llega muy enfermo que si hubiera llegado al principio de la enfermedad.  La medicina preventiva es la más barata».

Erika, del timbo al tambo

A los padres de Erika, peruana con 21 años en España, les vacunaron por la insistencia de su hija. Llegaron en 2018 al país y desde entonces Erika  paga un seguro médico privado (obligatorio para que pudieran ser reagrupados) que apenas puede costear.

«Me empeñé en que vacunaran a mis padres que tienen 75 y 76 años y tienen enfermedades crónicas», dice Erika.

Para lograrlo visitó de manera repetida todas las instancias sanitarias a las que tenía acceso. Primero fue a su centro de salud, donde le dijeron que solo vacunaban a las personas citadas.  Luego fue al responsable de salud de su municipio para que incorporara a sus padres en la vacunación pero él le dijo que no sabían cómo se elaboraban los listados. Por último fue a  la Seguridad Social que la remitió a su seguro privado a pesar que la vacunación es responsabilidad absoluta del Estado.

«Los del seguro me dijeron que no tenían ninguna dotación de vacunas. Eso es lógico porque el proceso está en manos del Estado. Así que presenté una reclamación y me contestaron que el Estado garantizaba la vacunación de todos los residentes en España pero que no podían decir ni cuándo ni dónde», rememora.

En una de las visitas a su centro de salud, se le salieron las lágrimas. Ante esto, y ante su insistencia, alguien se compadeció y los incluyó en la lista.

«Creo que lo hicieron por pesada y porque les di lástima. Pero los vacunaron la semana pasada y tienen cita para la segunda dosis», concluye aliviada.

Miedo a la deportación

A la falta de listados oficiales de personas sin regularizar en España, se suma en este caso la desconfianza de estas personas hacia las instituciones y su miedo a ser expulsados del país al que tanto les costó llegar.

Según indica la presidenta de Médicos del Mundo, algunas regiones españolas están solicitando ayuda a las organizaciones que trabajan con estos migrantes para poder hacer llegar información sobre la vacunación.

«Hay una parte de desconfianza que marca. Las personas reagrupadas no tienen miedos, porque tienen documentación, pero en el caso de los migrantes en España sin regularizar, sí.  Por eso pedimos un compromiso claro de la Administración de no expulsar» a quienes den sus datos, señala esta médico.

Desde la plataforma Regularización Ya aseguran que es «al Estado le corresponde desarrollar planes de salud pública que tomen en cuenta a todos los grupos poblacionales y, en especial, a los vulnerables». Denuncian que «no lo hace con los migrantes en España en situación de irregularidad administrativa porque no las reconoce como personas con derechos».

Omitir a los migrantes pone en riesgo no solo la salud de estas personas, sino a todos los residentes de España, insistieron.

La promesa: vacunación para todos

Consultado por Efe, el ministerio de Sanidad español se ciñó a asegurar que «todos los residentes en España serán vacunados».

«El proceso de vacunación depende de las comunidades autónomas. Son ellas las que citan según el grupo al que pertenecen y que está definido en la Estrategia de Vacunación. En caso que una persona no sea citada, debe dirigirse a ellas», explicaron desde el Ministerio.