En una nueva reunión que se hará este lunes 28 de agosto, la Federación Española de Fútbol (RFEF) podría suspender a su presidente Luis Rubiales, a quien hasta ahora había protegido en la polémica desatada por el inapropiado beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración por ganar la final del Mundial Femenino.
Sin embargo, la decisión de la FIFA de inhabilitar a Rubiales de todo cargo relacionado con el fútbol por al menos 90 días y de abrirle un procedimiento investigativo, podría torcer el empeño de la Federación Española en la defensa de su dirigente.
De hecho, la Federación Española ya tiene presidente interino. Se trata de Pedro Rocha, vicepresidente de Rubiales, cuya primera acción fue muy significativa pues retiró, de inmediato, el comunicado del organismo en el que acusaba a Jenni Hermoso de mentir al condenar el beso forzado de Rubiales.
El presidente interino de la Federación Española también ha convocado una reunión «extraordinaria y urgente» para el lunes con los presidentes regionales para hacer un «análisis de la situación actual y evaluación de las decisiones o actuaciones a adoptar» tras la suspensión de Rubiales.
Sin embargo, algunas dudas se ciernen sobre el nombramiento de Pedro Rocha, pues creen que es una manera de dejar la RFEF en poder de Rubiales.
A pesar de su defensa, asegurando que fue un beso consensuado (lo que la jugadora negó categóricamente) y que se estaba cometiendo un asesinato moral a su persona, las críticas siguen lloviendo sobre Rubiales y la Federación Española. La más reciente es la de Andrés Iniesta, héroe del Mundial 2010, que criticó con dureza el beso forzado con un emotivo discurso a través de sus redes sociales.
«Creo que no podemos tolerar actuaciones como las que hemos visto, que han empañado un hito tan grande como ganar un Mundial», escribió Iniesta este domingo en sus redes sociales, expresando su «tristeza» por lo sucedido en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
«Es una pena que se haya ensuciado una hermosa historia que han construido muchísimas jugadoras a lo largo de tantos años», añadió el autor del gol contra Holanda en la final de 2010, que dio a España su primera Copa del Mundo, uniéndose a la cascada de críticas emitidas durante la semana desde todos los ámbitos de la sociedad.
«Hemos tenido que aguantar a un presidente que se ha aferrado a su cargo, que no ha admitido que su comportamiento ha sido inaceptable y que está perjudicando la imagen de nuestro país y nuestro fútbol en todo el mundo», declaró Iniesta
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, también reiteró las críticas azulgranas a Rubiales, que rechazó dimitir de su puesto, apoyando la suspensión de FIFA.
«El comportamiento de Rubiales ha sido inaceptable, ha sido un comportamiento impropio y lamentable, incluso diría que vergonzoso«, dijo Laporta a Movistar+ antes del partido de Liga contra el Villarreal.
«Nosotros pensábamos que Rubiales dimitiría en la Asamblea, no lo hizo y como FC Barcelona respetamos plenamente la decisión de FIFA de inhabilitarlo provisionalmente», añadió.
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) español podría desde el lunes seguir estos pasos, tras la denuncia presentada el viernes por el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del gobierno español.
Según medios españoles, el TAD podría reunirse el lunes para decidir sobre la denuncia presentada por el (CSD) y eventualmente, suspender provisionalmente al presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), por un periodo que podría ser, incluso más largo que el decretado por FIFA.
«Si el Tribunal estima esa denuncia y empieza a tramitar ese expediente podremos pedir la suspensión provisional del presidente de la RFEF hasta que acabe la tramitación del expediente con la decisión que el TAD tome», dijo el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el viernes en un comunicado.
El CSD presentó una denuncia el viernes ante el TAD por dos «infracciones muy graves» por un posible «abuso de autoridad» y «actos que atentan a la dignidad o decoro deportivos» solicitando la suspensión cautelar de Rubiales, cuya actitud de resistencia en el cargo ha puesto patas arribas el fútbol español.
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