FOTOS | El Festival Sunset Roll fue una rareza bien lograda

“Gracias por creer” le decía Juan Carlos Fermín a quien lo felicitara sobre la arena de la playa en Puerto La Cruz frente a la enorme tarima del Sunset Roll Festival. Siendo uno de los organizadores del evento, había prometido hace varias semanas un espectáculo completo, una experiencia bañada de música y con aires de mar.

Los agradecimientos se sucedieron en tarima y fuera ella. Público y músicos sabían que la ocasión era única, un evento a todo dar, con un cartel de diez artistas en escena y distintas actividades a lo largo de una playa que se dispuso a recibir a las 5 mil personas que, según los organizadores, atendieron la convocatoria.

El evento del pasado sábado 20 de agosto fue, para muchos, una primera vez. Carolina Gómez viajó desde Cumaná para asistir al evento. A sus 19 años admitió ser “una nueva” que “nunca había estado en algo así, es como otro país”. Junto a ella, compartieron la arena personas provenientes de Caracas, El Tigre, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y otras ciudades del país. “Esto es una burbuja, es como una falla en la Matrix, pero qué bueno que ocurran estas cosas”, soltó Luis Irán luego de bajar de la tarima y disfrutar del show desde la orilla. Él, como otros músicos, mostraron su fascinación por las dimensiones del show.

El Sunset Roll Festival es el único evento de rock de esta envergadura realizado en Venezuela desde hace más de un año. Para conseguirlo, los productores aprovecharon lo aprendido en la edición 2014 y aplicaron algunos cambios. La tarima fue aún más ancha que aquella vez, por ejemplo.

Sara Gómez inauguró el cartel. Era su primera vez en un escenario de grandes dimensiones y aunque la tarde apenas caía y el público no abundaba a esa hora, la cantautora local se rodeó de bailarines para hacer entretenido un show donde lo visual se impuso sobre lo vocal. Los nervios y el poco kilometraje hicieron de las suyas.

El primer gran golpe vino con Vargas. El falconiano subió al escenario acompañado de sus Disasters Boys y mostró su repertorio por primera vez en un escenario así de grande. Frente a él, el sol comenzaba a despedirse pintando de tonos naranjas, rojos y amarillos el cielo para recibir a Jessica Quijada quien, portando vestido fresco con botas de cuero que luego combinó con falda de “Niña vieja” –como su canción-, avanzó en las presentaciones aún iluminadas por la naturaleza.

La noche ya mostraba los colores intencionales del sistema de luces de la tarima cuando Recordatorio lanzó el primer acorde. Su música lisérgica llenó de paz a una audiencia que disfrutó escuchar el proyecto solista de Armando Añez tendida sobre la arena. Uno de los temas más aplaudidos fue “Como pequeña gota de rocío”, original de Simón Díaz, y las palmas también acompañaron la ejecución de la guitarra de Héctor Tosta.

El contraste llegó el rock mezclado con funk de Tripland, quienes no solo mostraron canciones de su próximo álbum de estudio, sino que su vocalista Alfieri Hernández destacó por su manejo de tarima, mostrándose como un “frontman” seguidor de los pasos (de baile) de James Brown. Los locales cumplieron con el público de Puerto La Cruz, que luego recibió a Luis Irán para mostrar las canciones de su La Metamorfosis, de narrativa doméstica. Con las manos en alto, el público recordó a sus seres queridos en otras fronteras coreando “Maiquetía”.

Bordeando las 11 de la noche Tomates Fritos encendió los sintetizadores con los temas de su quinto disco recién publicado. En el repertorio se incluyeron piezas de Hotel Miramar y Hombre Bala, sus anteriores producciones. Con la veinteañera banda el público se puso de pie para más nunca sentarse, sino más bien bailar emocionada las canciones de Rawayana –muy apropiadas para la playa- y vibrar con la potencia de Caramelos de Cianuro.

Los de Asier Cazalis, impulsados por la imponente base rítmica de Pável Tello (bajo) y Darío Adames (batería), el grupo combinó los contenidos de su disco 8 y los clásicos de su repertorio. Fue la única agrupación que no permitió a ningún medio acceso para fotografiar su presentación que culminó cerca de las 4 de la mañana.