Alza salarial se diluye con el paso agigantado de la inflación
Guillermo Rojas tiene 65 años de edad, es jubilado de la empresa Electricidad de Caracas –hoy Corpoelec– y uno de los tantos venezolanos que en vez de alegrarse por el aumento de salario que entró en vigencia el 1º de enero de este año, dice sentirse muy preocupado por los nuevos precios que mostrarán los productos de primera necesidad.