Gisela Cappellin Ediciones presenta el miércoles 8 de noviembre el libro “Lo que queda en el aire”, del escritor y crítico de cine Rodolfo Izaguirre. Una obra dedicada a la bailarina Belén Lobo, quien fuera en vida su gran amor y esposa por más de cincuenta años
No luce lo más apropiado insultar o denigrar de las personas del país que te ha recibido. Y menos a través del uso irresponsable de las redes sociales, como el caso de las adolescentes en España a las que hemos visto recientemente
Rodolfo Izaguirre, presto a cumplir 91 años, es uno de los intelectuales venezolanos más queridos y admirados por su sólida trayectoria. Su nombre está ligado fundamentalmente al buen cine, pero su trabajo constante también se expresa en el periodismo, la literatura y en la historia de las letras contemporáneas en este país de grandes mudanzas.
Por fin regresaron las pasarelas presenciales con la Mercedes Benz Fashion Week Otoño Invierno en Madrid. Titina Penzini reseña parte de los desfiles a los que asistió
La serie cuyo éxito sorprendió a los productores regresa para una segunda temporada que contará con 8 documentales dirigidos por Boris Izaguirre, quien colaborará en la producción y evaluación de los episodios
El venezolano Boris Izaguirre no consiguió el paso a la final del concurso y cayó en las pruebas de eliminación
Boris Izaguirre ha retratado a España y Venezuela en su nueva novela, "Tiempo de tormentas", una "montaña rusa vomitada" en la que ha repasado su vida, desde la relación con su madre hasta una agresión sexual, un violento recuerdo al que ha tenido que volver "de nuevo".
Fue mujer de tutús y pas de deux, también historia del baile. Ella vivió como quiso: cerquita de los escenarios. Para muchos es una de las voces y cuerpos más prominentes de la danza criolla. Recorrió el mundo pero sobre todo a su país en busca de candecias y nuevos pasos. Belén Lobo abandonó las tarimas pero su recuerdo gira y gira
Era muchachito de botas ortopédicas, torpe y disléxico. Se erguiría, sin embargo, como una vara de gladiolo. Años después su nombre daría de qué hablar. Escritor apasionado, hombre febril de calores y sexo y sin pelos en la lengua. Boris Izaguirre, consagrado en su pináculo de letras, ve hacia su infancia. Cuenta y recuenta