Colombia desbarata red que envió droga en bus accidentado en Ecuador
En medio del colapso económico, el venezolano promedio ha sido condenado a perder horas de vida en paradas de autobuses, a la espera de alguna unidad con espacio suficiente para viajar sin caer al pavimento. Los que logran abordar alguno de los pocos buses que siguen funcionando se someten a un agobiante hacinamiento. Otros pasajeros se atreven a subirse a atestados camiones o camionetas de carga, hoy llamados popularmente "perreras".
Hugo Ocando, presidente del bloque de transportistas del Oeste de Caracas, desmintió los rumores de un posible aumento del pasaje a 10 mil bolívares.
Los altos precios, la diáspora de las aerolíneas y la restricción de los dólares han hecho que cientos de venezolanos tomen la opción de subirse a un autobús que los lleve hasta un nuevo lugar. Las horas, días invertidos en un asiento no muy cómodo, los malos ratos y el abaratar los costos, valen la pena. He aquí cinco historias de paisanos que tomaron la decisión de salir del país en bus por la frontera
No es mentira que la fantasía más recurrente de los viajeros es tener un encuentro sexual a bordo de un avión, pero para quienes les cuesta sacar el cupo Cadivi siempre existe la posibilidad de las rutas terrestres nacionales. Descubre cómo estos dos viajan cómodamente en transporte público en este relato erótico de Oriana Montilla