Velorios de malandros: no hay descanso en paz
Para muchos estos velatorios son un espectáculo ramplón, vulgar. El dolor ante una pérdida se puede expresar de muchas maneras. Sin embargo, nadie duda de la peligrosidad que los envuelve. No hay párrocos ni salmos, sino ron y cantos. Y rogar a Dios o la corte malandra que un muerto no llame a otros muertos