La Juventus acabó con el espejismo blaugrana
El equipo italiano salió ileso del Camp Nou. Conscientes de las debilidades del FC Barcelona, los dirigidos por Massimiliano Allegri jugaron un partido soberbio, siendo dominadores de las áreas. El sueño de los de Luis Enrique quedó como lo que realmente era: una ilusión sin mayor fundamento que las tripas y las emociones.Invito al lector a acompañarme en una de las reflexiones en las que invierto buena parte de mis horas: la batalla está perdida. No me refiero a las discusiones futbolísticas ni a la ética, tan golpeada en estos tiempos que ya es casi imposible reconocerla. Lo que le planteo es alejarnos un poco de lo más mundano y sumergirnos en temas menos llamativos pero más relevantes.