El Museo de los Niños ya no es tan maravillosa realidad
Quizás en ninguna otra parte de Caracas se combina una fórmula química tan equilibrada de nostalgia, tolerancia, frustración y desidia. A sus 34 años de existencia, el Museo de los Niños, que contrariamente a lo que suele pensarse no es una dependencia gubernamental (se trata de una fundación que desde 2012 no cuenta con aportes del Estado y tampoco puede recibirlos ya, por ley, de donaciones privadas), es una inversión riesgosa como opción para lo que queda de vacaciones escolares.