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#Guarida Nacional Bolivariana

Tocorón: la mafia de los carros robados

Desde Tocorón, su pran, “El Niño Guerrero”, gobierna, controla y manda a robar carros. Afuera, las bandas en contubernio cumplen con su cometido y los agraviados transan los rescates dentro de la cárcel. Toda una operación punible de riesgo y miedo. Cualquiera puede ser la próxima víctima Es frecuente, casi una costumbre para los aragüeños, ir a la cárcel de Tocorón —y no por una visita conyugal o besos tras barrotes. La mayoría no va a visitar a un recluso. No. Quienes entran lo hacen por una sola razón: ir a pagar el rescate de su vehículo. Las mafias carcelerías tienen más de dos años dedicadas a ganar dinero de esta manera. Ya la “causa” —monto semanal que deben cancelar todos los presos para garantizar su seguridad en el penal— no alcanza para cubrir las comodidades del líder. Por eso, controlan las bandas que hacen vida en los barrios del estado. Ergo, las comisionan, o sea: le dan la tareíta, de robar carros. No importa el modelo ni el año, lo que realmente importa es obtener la mayor cantidad de dinero posible. “Los delincuentes pueden apoderarse de una camioneta Wagoneer, año 1987, como también una Toyota Fortuner último modelo. Algo así como ‘en la variedad está el gusto’, y la ganancia”, suelta la perla un funcionario policial de la zona. La manera de robarse los vehículos varía.

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