El precio de la dignidad
La revolución es un ejercicio continuado de cinismo. Basta observar las andanzas del pundonor y la noción de dignidad en Venezuela. Durante más de tres lustros, el argumento más usado para explicar la popularidad de Hugo Chávez fue que él le había devuelto la dignidad al pueblo venezolano, que les había dado nombre a los marginados perdidos en la chácena oscura del anonimato, que había sacado del foso a los tierrúos.