Son 1.300 indígenas de la etnia warao quienes forzados por la pobreza terminaron asentados en este antiguo vertedero en el estado Bolívar. Casi 500 niños están allí mal nutridos y a merced de enfermedades
La investigación, realizada por la oficina del Centro de Derechos Humanos de UCAB Guayana, detectó formas de explotación que incluyen servidumbre doméstica involuntaria, trata laboral, trabajo forzoso infantil, esclavitud sexual y explotación sexual comercial de niños
El proceso migratorio venezolano, que se agudizó a partir de 2015, afecta de manera directa a las culturas indígenas. En el caso de los wayuu, el hecho de que la madre abandone el hogar significa un cambio en la estructura familiar, pues la madre es la encargada de transmitir la tradición oral. Para los jivi, dejar su hogar es un quiebre que llevan en silencio, porque para los pueblos originarios el territorio lo es todo y en ocasiones, ese arraigo los obliga a regresar a sus raíces.
Este trabajo explora la situación particular de dos pueblos indígenas venezolanos afectados por la migración venezolana actual.
Las comunidades aborígenes deben enfrentar, además de la pandemia, problemas problemas históricos como falta de alimentos, limitado acceso a la salud, las enfermedades ya existentes, deficiencias en los servicios públicos, minería ilegal y la presencia de grupos armados irregulares
Con menos oportunidades de integración e inserción económica, unos 1.800 indígenas venezolanos que migraron a Brasil permanecen, sin expectativas, en refugios cerca de la frontera, un panorama "bastante trágico", según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
La Procuraduría General de la República de Brasil emitió este jueves una alerta para que los órganos públicos estén preparados para ofrecer ayuda a humanitaria a unos dos mil indígenas venezolanos de la etnia Warao que se espera que lleguen a la ciudad amazónica de Belén en las próximas semanas.
“Con hambre y sed, indios warao buscan refugio en Boa Vista y Pacaraima, en Roraima, para conseguir dinero y comprar comida” recoge un reportaje de Amazonia Real, una agencia brasileña de periodismo independiente, sin fines de lucro, dedicada a temas de medio ambiente, pueblos indígenas, política y cultura.