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#Locutora

El último retrato de Cecilia Martínez

Imposible no saber quién es. Su nombre se escarchó con las estrellas del éxito desde su timorata niñez. Cecilia Martínez era una leyenda. Este miércoles 23 dijo adiós, con 102 años. Este es un relato de encuentros, los últimos de este icono de masas, figura por siempre de la radio y televisión Al mirar los ojos de Cecilia Martínez nos ponemos a un grado de separación de José Gregorio Hernández. Si procuramos el silencio y le pedimos que evoque al médico trujillano, su voz, la gestualidad provocada por su apasionado temperamento, su forma de tratar a los pacientes, ella deja vagar su mirada y al rato empieza a describirlo. Entonces, José Gregorio Hernández, está vivo en su memoria. “Era un hombrecito pequeño, de voz suave y agradable. En esa época, los niños se asustaban con el médico, pero eso no ocurría con el doctor Hernández, que venía con un sombrerito negro y su corbatica, me decía: ‘vamos a ver, Cecilia abre la boca a ver qué hay en esa garganta’. Un día amanecí con un tremendo dolor de garganta, mi papá lo llamó antes de irse a su trabajo. Llegó. Me parece que lo veo entrar… me vio la garganta y me dijo: ‘ya vengo’. Echó a correr por la galería. Al rato regresó con una inyectadora enorme. ‘Esto no te va a doler’, me dijo ‘voltéate’. Me pinchó y, verdaderamente, no sentí nada. Tenía difteria, que entonces era una enfermedad mortal. El doctor José Gregorio Hernández volvió en la noche, me vio y luego fue a conversar con mi papá, con quien solía compartir un brandy. Su presencia era habitual en casa, adonde venía cada vez que nos daba catarro. Murió en 1919, cuando yo tenía 5 años. Nunca desarrollé una religiosidad especial con respecto a él. Pero siempre le he atribuido parte del mérito por mi larga vida y la salud que me ha acompañado. Quién sabe si, a pesar de mi descreimiento, soy un milagro andante del médico de cabecera de mi infancia…”.

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