"El atraco": final explicado de la película número 1 en Netflix
La película polaca, que tiene como protagonista a un policía retirado y a una agente novata, habla sobre la violencia y la redención, todo en un marco histórico en el que el bien y el mal se confunden. Aquí explicamos su final
«Napad», traducía al español como «El atraco» y en inglés como «Naped», es una película polaca que ha conquistado a la audiencia mundial, escalando al primer lugar de lo más visto en Netflix.
La sinopsis es sencilla: un ex policía de la vieja guardia, que torturo a detenidos antes de que la democracia llegara Polonia, debe echar mano de su instinto para atrapar a unos atracadores que asesinaron a varias personas durante un asalto a un banco. Su manera de actuar, al borde la ley, contrasta con la de su novata compañera.
«El atraco» repite la vieja fórmula de los buddy films, en los que una pareja dispareja intenta solucionar un crimen. En este caso es la joven bizoña y el experimento oficial. Pero el director Michal Gazda tiene la habilidad de manejar el guion de Bartosz Staszczyszyn, y darle un contexto de época, mejorando este producto en comparación con la extensa oferta existente.
Ahora bien, hay ciertas decisiones de los personajes principales y una escena final que dejan al espectador descolocado. En las siguientes líneas vamos a aclarar esos pasajes oscuros. Adventismos que vienen spoilers.
Más sabe el viejo…
Desde un principio, en «El atraco» se advierte que el olfato de Tadeusz Gadacz (Olaf Lubaszenko) está intacto, a pesar de llevar años separado de la policía, posiblemente por sus prácticas ilegales para conseguir testimonios, entre otras cosas. Es una nueva época y Polonia se abre hacia los derechos humanos, aunque aún se permiten ciertas irregularidades para conseguir los objetivos deseados.
Es así como Gadacz pone su ojo sobre Kacper Surmiak (Jedrzej Hycnar), Bartek Sawczuk (Lukasz Szczepanowski) y Marek Nowak (Stanislaw Linowski). Entiende que el primero de estos delincuentes necesitaba el dinero para propiciarle un hogar a su pequeña hermana, que vive en un orfanato.
El amor por su hermanita hace que Kacper Surmiak se pelee con su novia, quien sueña con una familia y un hogar mejor. Tras esta separación, se suceden una serie de eventos que acorralan al principal sospechoso de los crímenes y autor intelectual del asalto. Sin embargo, Gadacz debe ser cuidadoso pues esta vez la agente Janicka Aleksandra (Wiktoria Gorodecka) podría denunciarle si usa sus viejos métodos violentos.
Entonces, más que desentrañar el cómo y el por qué, «El atraco» es una historia sobre la violencia y su uso para resolver conflictos. De hecho el título de la película, si se usa la traducción literal, es «El aatque». Está claro que Kacper Surmiak lideró el ataque y cometió los peores crímenes. La pregunta es si aceptará la culpabilidad, en un momento en el que muchos delincuentes aprovechan los vacíos legales, como el abuso policial, para salir en libertad.
Una de las grandes preguntas que plantea «El atraco» es por qué los delincuentes acabaron con la vida de tres mujeres retenidas. La respuesta es sencilla: durante el asalto, al ser novatos, se usa el nombre real para referirse a Kacper Surmiak. Una vez que ellas saben el nombre de uno de los tres atracadores, sus destinos están escritos. No van a dejar viva a ninguna porque los maleantes pueden ser reconocidos.
El asesinato de las tres mujeres es una de las escenas más difíciles de ver de la producción. Tal vez esto no hubiera pasado si el golpe hubiera sido un éxito de entrada. Es decir, todo se viene abajo cuando los asaltadores se dan cuenta que no hay mucho dinero en el banco y esto sucede porque hay un mal cálculo y antes de que los malhechores lleguen, agentes el banco ya habían sacado la mayor cantidad de efectivo de las bóvedas.
De manera que el nerviosismo llega cuando los delincuentes se dan cuenta de que han arriesgado mucho para tan pírrico botín. Es allí cuando aflora el nerviosismo y todo se viene abajo.
El remordimiento
Como todo se viene abajo tras el asesinato de las tres mujeres, Bartek sufre ataques de pánico y culpa. Eso es clave para que los acontecimientos se precipiten. Al mismo tiempo, Gadacz intuye que presionándolo, podría conseguir una confesión. Y por eso le da una foto con las imágenes de las víctimas, para que recuerde lo que hizo.
Bartek decide confesar, pero se lo advierte primero a Kacper Surmiak, quien se le cruza en el camino y eventualmente lo ahorca, antes de que llegue a la comisaría para aclarar los hechos.
Después de este primer crimen, Kacper Surmiak se reúne con el otro socio, Marek Nowak, quien le reclama la muerte de Bartek. Esta discusión deriva en otro asesinato. De manera que de los tres atracadores, solo queda uno, el hombre del que siempre sospechó Gadacz.
Sin embargo, Kacper Surmiak es lo suficientemente inteligente para desafiar al sistema. Se apersona directamente a la comisaría y dice que la muerte de Nowak fue en «defensa propia». Mientras que lo de Bartek se vende como un suicidio, motivado por la culpa. Incluso se vende como una víctima de sus excompañeros.
La coartada se viene abajo
Cuando el caso parece que llega a una calle sin salida, Gadacz se juega una última carta. Presiona a Henio, que había servido de coartada y era amigo de Kacper, Marek y Bartek. Este militar, presionado, confiesa que perdió su arma después de la fiesta de juramento y la encontró después entre los arbustos junto a la torre cercana. Al revisarla, faltaban algunas balas.
Esta arma es la que se usa en el asalto al banco. Ya con esto, no hay manera de que Kacper pueda justificar sus acciones. Gadacz ha conseguido acorralarle. Como consecuencia, el delincuente decide pasar tiempo con su hermana por última vez. Por eso se les ve armando un rompecabezas.
Gadacz respeta este momento y no enseña el arma, solo le pide a Kacper que salga del recinto. Afuera le esperan varios oficiales. Allí, al parecer a propósito, decide buscar algo en su interior, y los policías creen que se trata de un arma y lo acribillan, pero realmente lo que saca es una pieza del rompecabezas que armaba con su hermanita.
¿A quién llama Gadacz en la última escena?
«El atraco» es una película que más allá de la acción, habla sobre las decisiones que tomamos en la vida y las consecuencias. En determinado momento, Gadacz le dice a su compañera, Aleksandra, que fue un mal padre, esposo e incluso hijo. Tal confesión no sorprende, dada la soledad en la que vive e incluso la predisposición a la violencia para resolver conflictos.
Pero, por otro lado, el expolicía muestra preocupación por las víctimas, incluso por los empleados que son maltratados (la escena durante la compra de los gnomos al inicio es un gran ejemplo). De tal manera que después de estos horrendos hechos y tal vez, luego de ver que un asesino como Kacper tiene un lado humano (al principio, todo lo hace por su hermanita), piensa que puede retomar la relación con su hija. La voz de la niña es la que suena al otro lado de la línea. La película termina allí y será el espectador el que deba imaginar si la redención es posible para este personaje.
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