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#Maná

Las horas más oscuras

La maña de perder tiempo: no es picardía, es un vicio

Un futbolista que recibe apenas un contacto de falta, va al piso y exagera el dolor por un golpe que ni siquiera existió, el balón abandona el rectángulo de juego a menudo, el árbitro sentencia cualquier fricción como falta y detiene el partido o cada reanudación demora Dios y su ayuda. ¿Cómo cambiamos esto?

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