Lázaro Candal convertía sus aciertos y errores en frases ingeniosas
El muy particular sentido del humor en el cual apoyaba su singular estilo el fallecido narrador en los Mundiales de Fútbol y Juegos Olímpicos lo convirtió en el más popular de su especialidad. Frases suyas, como “¡Qué hiciste papaíto!” o “Y mañana, ¡ay mañana!”, entre otras, quedaron para la posteridad