Guerra en Ucrania

Puertos de Ucrania para exportar cereales reanudan actividades

Más de 20 millones de toneladas de granos estaban bloqueados desde el inicio del conflicto en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Ucrania para defender su costa

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Ucrania afirmó el miércoles que se reanudaron las actividades en los puertos para exportar los granos bloqueados desde que empezó la invasión rusa hace cinco meses, y, en un intento de recuperar territorio, su ejército atacó un puente estratégico en la ciudad ocupada de Jersón (sur).

«En el marco de la firma del acuerdo sobre el desbloqueo de los puertos ucranianos para la exportación de cereales, los puertos de Odesa, Chornomorsk y Pivdennyi reanudaron su trabajo», indicó la Marina ucraniana en Telegram.

El anuncio se produce apenas unos días después de que Ucrania y Rusia firmaran sendos acuerdos en Estambul, bajo auspicios de la ONU, para aliviar la crisis alimentaria mundial y crear «corredores seguros» en el mar Negro.

Los pactos incluían la creación en Estambul de un centro de coordinación para supervisar la reanudación del transporte de granos. El organismo fue inaugurado formalmente por Turquía este mismo miércoles y se encargará de efectuar las inspecciones de los buques que salgan y lleguen a Estambul para garantizar que sólo transportarán cereales.

Poco antes, las autoridades de ocupación rusas en Jersón indicaron que la artillería ucraniana había alcanzado el puente Antonovski sobre el río Dniéper. La infraestructura es clave para el suministro de la ciudad y conecta con el resto de la región.

De manera paralela, el operador alemán del gasoducto Nord Stream I informó que las entregas de gas ruso cayeron a una quinta parte de su capacidad, como estaba previsto, lo que aumenta el riesgo de una crisis energética en Europa.

Ante esa amenaza, la UE acordó la víspera reducir en al menos un 15% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023, respecto a la media de los últimos cinco años del mismo periodo.

Reanudación de actividades

Más de 20 millones de toneladas de granos estaban bloqueados desde el inicio del conflicto en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas colocadas por Kiev para defender su costa.

Ambos países son de los mayores exportadores de grano del mundo. El 22 de julio, acordaron desbloquear los cereales gracias a la mediación de Naciones Unidas y Turquía. Sin embargo, aún son necesarios esfuerzos para asegurar la seguridad de los cargueros.

«La salida y la entrada de los barcos a los puertos marítimos se harán formando un convoy que acompañará al primer buque. Pero esto estará precedido por el arduo trabajo de los hidrógrafos» para determinar rutas seguras, dijo la armada ucraniana.

Las autoridades ucranianas subrayaron varias veces que no confían en Moscú para asegurar la seguridad de los buques.

El acuerdo alcanzado en Estambul se vio comprometido el sábado tras un bombardeo ruso en Odesa. El ataque generó una oleada de condenas, aunque Moscú hizo hincapié en que estaban dirigidos a la infaestructura militar y no debían obstaculizar la reanudación de los envíos.

El lunes, Kiev aseguró que esperaba reanudar las exportaciones «esta semana».

Ataque en Jersón

Más al este, también a orillas del mar Negro, Ucrania trata de recuperar las zonas ocupadas por Rusia tras cinco meses de guerra.

Kirill Stremousov, administrador ruso de la administración regional de Jersón, confirmó el miércoles que el principal puente de la ciudad homónima había sido golpeado en la madrugada y que el tráfico estaba interrumpido.

El funcionario dijo sin embargo que no tendría «ninguna influencia» sobre los combates. «La operación militar especial continúa», sostuvo, usando los términos del Kremlin para hablar de la invasión.

En las últimas semanas, las fuerzas ucranianas han ido recuperando territorio en esa región del sur de Ucrania, en parte gracias a la artillería de largo alcance suministrada por los países occidentales.

La zona cayó en manos de Rusia poco después de su invasión el 24 de febrero. La región es estratégica ya que limita con la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

Las autoridades ucranianas informaron recientemente que liberarían «definitivamente» la región en septiembre.

Las fuerzas rusas deberían salir de Jersón «cuando aún pueden hacerlo», advirtió el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak en Twitter tras el ataque.

Más al este, la región oriental del Donbás, controlada en parte por separatistas prorrusos desde 2014, no se libra tampoco de los combates.

En Bajmut, una de las últimas localidades bajo control ucraniano en esa zona, periodistas de la AFP escucharon tiros de artillería y vieron una casa dañada por cohetes rusos.

«Estaba en el granero e iba a salir. Oí un silbido. Y no recuerdo nada. Explotó y fui arrojado al granero por la onda expansiva», dijo Roman, de 51 años.

El jefe de la provincia de Donetsk, que junto a la de Lugansk forma el Donbás, dijo en redes sociales que la artillería rusa alcanzó un hotel y los primeros informes indicaron que los ataques habían dejado muertos y heridos.

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