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Bruselas, santuario de yihadistas, se convierte a su vez en objetivo

Bruselas, considerada por muchos como un santuario para los islamistas radicales en Europa, se convirtió este martes a su vez en el objetivo de un ataque yihadista, el peor de la historia de la ciudad y del país.

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FOTO: THIERRY MONASSE | AFP

Los atentados en el aeropuerto internacional y en el metro de la capital europea, que dejaron al menos una treintena de muertos y más de 200 heridos, llegan cuatro días después de la captura del principal sospechoso de los atentados de París, Salah Abdeslam.

El francés de 26 años, que llevaba cuatro meses fugado, fue capturado el viernes en Molenbeek, la comuna de Bruselas donde creció, a pocos metros de su casa familiar.

«Es muy probable que el ataque [del martes] fuera planificado y preparado mucho antes del arresto -la semana pasada. de Salah Abdeslam, una de las figuras centrales» de los ataques del 13 de noviembre, explica a la AFP Shiraz Maher, del Centro Internacional de Estudios de la radicalización (ICSR) en el King’s College de Londres.

«Esto demuestra la existencia de una red terrorista amplia y sofisticada en Bélgica, que va más allá de la que atacó Francia el año pasado», asegura.

En un comunicado publicado en Internet en árabe y en francés el grupo Estado Islámico (EI) reivindicó los atentados contra la «Bélgica cruzada», acusando al país de luchar «contra el islam y contra los musulmanes».

Bélgica, un pequeño país de 11 millones de habitantes, tiene proporcionalmente el mayor número de yihadistas que decidieron irse a luchar a Siria o Irak.

En total se han detectado 494 «yihadistas belgas»: 272 están en Siria o en Irak, 75 murieron, 134 volvieron y 13 están en camino, según los servicios de seguridad e inteligencia del país.

Con relación a la población total, se trata de una proporción «dos veces mayor que en Francia y cuatro veces mayor que en Gran Bretaña», indica el experto británico.

Bélgica parece haberse convertido así en un refugio para los yihadistas, a pesar del refuerzo de su legislación antiterrorista y del desmantelamiento de redes y células yihadistas desde los años 1990.

– Nebulosa –

Uno de los epicentros parece ser Molenbeek, donde hay una importante comunidad musulmana, en su mayoría de origen marroquí. La comuna tiene un alto nivel de desempleo y de delincuencia.

Por ahi pasaron Salah Abdeslam y su hermano, que hizo estallar su cinturón explosivo en París el 13 de noviembre.

También pasaron por alli en 2001, los asesinos del comandante Masud en Afganistán, Hasan El Haski, condenado como uno de los cerebros de los atentados de 2004 en Madrid (191 muertos) y Mehdi Nemmouche, el principal sospechoso del atentado del museo judío de Bruselas en mayo de 2014.

Ayoub El Khazzani, quien fracasó en su plan de atentar contra el tren bala Thalys Amsterdam-París, estuvo en Molenbeek, en casa de su hermana, y una célula yihadista desmantelada en enero en Verviers (este) también tenía conexiones en el barrio.

Uno de los presuntos organizadores de los atentados de París, Abdelhamid Abaaoud, abatido por las fuerzas de seguridad franceses, también venía de la comuna.

Las investigaciones en curso desde los atentados de París han revelado la existencia de una nebulosa yihadista más importante de lo que se pensaba incialmente.

Salah Abdeslam parece haber tenido varios apoyos durante los cuatro meses en los que se le había perdido la pista. «Estaba dispuesto a volver a hacer algo en Bruselas» afirmó el domingo el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, basándose en las primeras declaraciones del sospechoso ante la justicia.

«Y quizás esa sea la realidad porque nos hemos encontrado muchas armas, armas pesadas durante las primeras investigaciones, y hemos encontrado una nueva red a su alrededor en Bruselas», afirmó entonces.

Los investigadores también habían dicho el lunes haber encontrado dos detonadores en un apartamento registrado la semana pasada.

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