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Boko Haram manda "prueba de vida" de estudiantes secuestradas dos años después

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El grupo islamista Boko Haram mandó una «prueba de vida!» dos años después del secuestro de 276 muchachas en Chibok (noreste de Nigeria), un hecho que será conmemorado este jueves con oraciones y manifestaciones en todo el país.

La televisión informativa estadounidense CNN indicó el miércoles que la grabación muestra a una quincena de muchachas recubiertas con un hijab negro, que dan su nombre, aseguran que fueron secuestradas en Chibok y precisan la fecha de la filmación, el 25 de diciembre.

Las 15 adolescentes fueron identificadas.

Este video es el primero que permite establecer que algunas de las jóvenes raptadas siguen con vida, desde la grabación difundida por Boko Haram en mayo de 2014.

Según las informaciones en poder de la AFP, miembros de Boko Haram habrían contactado a mediados de enero con el Gobierno para reclamar discusiones sobre un posible intercambio de prisioneros.

El Gobierno había pedido una «prueba de vida» y habrían recibido primero cinco fotos de las rehenes y luego este video.

Los parientes de las 219 jóvenes todavía desaparecidas -57 lograron escapar poco después del secuestro- deben celebrar una reunión de oración el jueves ante la escuela de Chibok, donde fueron secuestradas las menores.

Se reunirán en el lugar de ese rapto masivo, el instituto femenino de esta ciudad aislada convertida en símbolo del conflicto que desgarra varias regiones desfavorecidas del norte de Nigeria desde 2009.

La noche del 14 al 15 de abril de 2014, hombres armados de Boko Haram irrumpieron en los dormitorios del instituto y se llevaron a 276 muchachas.

En el resto del país están previstas manifestaciones, entre los eventos organizados durante una semana por el movimiento #BringBackOurGirls para reclamar la liberación de las menores.

En Lagos, la capital económica de Nigeria, se celebraron des veladas de oración la noche del miércoles en un punto muy concurrido de la ciudad, donde se exponen los nombres y fotos de los rehenes desde hace dos años.

«Queremos mostrar a las familias que no están solas. Compartimos su dolor estaremos a su lado hasta el regreso de sus hijas», declararon los organizadores.

Seguir manifestando es «defender el espíritu de Nigeria» y mostrar «que nos preocupamos de la vida de nuestros conciudadanos», añadieron. «Nunca aceptaremos que unos nigerianos sean secuestrados sin que nadie se preocupe».

 Los menores, primeros objetivos

Las muchachas de Chibok son las víctimas más conocidas de la insurrección de Boko Haram, que se sirve con frecuencia del secuestro como arma, en una guerra que ha dejado unos 20.000 muertos desde 2009.

Según las oenegés que militan a favor de los derechos humanos, millares de mujeres y niñas han sido secuestradas desde el inicio del conflicto. 

Boko Haram las convierte en esclavas sexuales o  en bombas humanas, mientras que los adolescentes y los hombres adultos son enrolados a la fuerza para combatir con los rebeldes que quieren instaurar un Estado islámico en el noreste de Nigeria.

El director de Amnistía Internacional Nigeria, M.K. Ibrahim, exigió la liberación de todos los rehenes y estimó que las jóvenes de Chibok se han convertido en el símbolo «de todos los civiles que vieron destruidas sus vidas por Boko Haram».

«El Gobierno (del presidente) Muhammadu Buhari debe hacer lo posible a nivel legislativo para acabar con los sufrimientos de los parientes de estas jóvenes y de todos los rehenes en general, y garantizar una protección a la población del noreste y el acceso de todos los niños de la región a la educación», insistió.

En una tribuna publicada el miércoles, Nnamdi Obasi y Ayo Obe, analistas del International Crisis Group, escribían que esta conmemoración brinda la ocasión de abordar los efectos de este conflicto en los niños.

De los 2,6 millones de personas que huyeron de la violencia, a más de 952.000 niños les hurtaron el derecho a la educación, vieron atacadas sus escuelas, denunció la oenegé Human Rights Watch en un informe publicado el lunes.

La UNICEF subraya en otro informe que aumenta claramente el número de menores secuestrados e implicados en atentados suicidas y tres cuartas partes fueron muchachas entre enero de 2014 y febrero de 2016.

Para Nnamdi Obasi y Ayo Obe, «urge que Nigeria se ocupe de los dossieres de todas las personas secuestradas estos últimos años. Está en juego la responsabilidad del Gobierno».

«Los rehenes liberados son atendidos de manera demasiado confusa y en su mayoría quedan muy fragilizados sicológica, social y culturalmente», concluyen

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