Este diario británico indica que Trump aprobó la inversión de 50 millones de dólares en una compañía, a través de un acuerdo comercial cuyos términos fueron modificados «varias semanas después», cuando esa cantidad se redefinió como un «préstamo».
Con esta maniobra, señala «The Telegraph», el empresario y político eludió sus «cuantiosas obligaciones fiscales» y pudo incurrir en un delito de fraude.
Este medio británico ha tenido acceso a los documentos presentados ante un tribunal estadounidense, fruto de una investigación de tres meses sobre la supuesta irregularidad de la operación.
Expertos independientes consultados por «The Telegraph» sostienen que, aunque el texto del acuerdo financiero ya contenía «advertencias» o «líneas rojas» respecto a su legalidad, Trump dio el visto bueno a la operación y estampó su firma en él.
El director del grupo estadounidense «Ciudadanos por Justicia Fiscal», Bob McIntyre, asegura al rotativo que «estas revelaciones plantean serias dudas sobre el buen criterio del señor Trump y el de sus asesores».
La situación económica del aspirante republicano a la Casa Blanca han sido objeto de polémica en las últimas semanas, después de que reiterase que no iba a revelar sus pagos al fisco hasta después de las elecciones presidencial del próximo mes de noviembre.
Trump, quien sí informó la pasada semana de que ganó más de 500 millones de dólares durante 2015, se ha vanagloriado en varias ocasiones de que siempre ha intentando pagar al fisco «tan poco como sea posible», recuerda en su artículo «The Telegraph».
Estas nuevas acusaciones de fraude fiscal giran en torno a una operación desarrollada por la compañía Bayrock Group, propietaria del hotel Trump SoHo de Nueva York, junto a otras dos empresas vinculadas al magnate estadounidense.
En 2007, apunta el diario, Bayrock llegó a un acuerdo con la compañía islandesa FL Group para que esta invirtiera 50 millones de dólares en dos subsidiarias pertenecientes al grupo empresarial de Trump, si bien esa cantidad fue recalificada después como un «préstamo».
«En Nueva York, la venta de la participación en una sociedad obliga a sus integrantes a pagar más de 40 % de impuestos sobre sus ganancias, de acuerdo con la banda fiscal más alta», explica el rotativo.
No obstante, agrega que si la inversión se convierte en un préstamo desaparece esa obligación fiscal, lo que en este caso evitó el pago de «unos 20 millones de dólares» a las arcas públicas, según el testimonio ofrecido por exempleados del Bayrock Group ante la justicia estadounidense.
Las mismas fuentes aseguraron que esta maniobra les ahorró a sus responsables el pago de «unos 80 millones de dólares en impuestos» incluidos en la «previsión de ganancias generadas por los bienes inmuebles».
El abogado de Donald Trump, Alan Garten, ha indicado que su cliente «no tiene nada que ver con esta transacción» y que la firma que aparece en los documentos refleja, «simplemente», el hecho de que reconoce la existencia del acuerdo como «socio limitado».