Hollande, con mirada sombría y flanqueado por el primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que «fue para golpear a Francia que este individuo cometió este acto terrorista».
«Entras esas víctimas hay franceses, y también muchos extranjeros, procedentes de todos los continentes. Hay muchos niños, niños pequeños», declaró Hollande en Niza tras visitar a los heridos. Según dijo hay 84 muertos y unas cincuenta personas «entre la vida y la muerte».
Hollande recordó que muchos de los heridos soportarán traumatismos el resto de sus vida, incluso quienes no resultaron físicamente afectados.
«Francia, toda entera debe compartir esta emoción, esta solidaridad con las víctimas, con sus allegados, con sus familias», expresó el mandatario en su alocución, flanqueado a ambos lados por el primer ministro, Manuel Valls, y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine.