La Asamblea Nacional deberá elegir al próximo vicepresidente entre Otto Sonnenholzner, economista vinculado a la radiodifusión, Nancy Vasco, comunicadora dedicada al trabajo con niños con discapacidad, y Agustín Albán, con experiencia en el ámbito educativo.
El mandatario señaló que ya investigó algunos nombres con una carrera limpia y respetable, durante una entrevista con periodistas de radios locales, antes de anunciar los nombres de los candidatos. Además aseguró que ninguno pertenece al partido oficialista Alianza País ni a su círculo personal.
El mandatario confió en que el Congreso ayudará a elegir a la mejor persona, tras la renuncia de Vicuña, quien dejó el cargo en medio de un escándalo por cobros indebidos.
Hace una semana un ex asesor reveló que en 2012 y 2013 hizo depósitos por un total de 20.000 dólares en una cuenta bancaria de la entonces parlamentaria, quien exigía dinero como contribución para su movimiento político.
Tras conocerse la denuncia, Moreno retiró a Vicuña de las funciones para que pudiera defenderse por la sospecha de concusión.
La funcionaria había sido elegida en enero por el Congreso, tras la destitución de Jorge Glas, que llegó al poder en binomio con Moreno pero fue encarcelado por corrupción.
Este jueves la renuncia de la ex vicepresidenta fue aceptada por unanimidad en la Asamblea Nacional, informó el Legislativo en su cuenta de Twitter.
El Congreso, con 137 escaños y en el que el oficialismo perdió la mayoría en 2017, tiene un plazo de 15 días a partir de este jueves para elegir al sucesor de Vicuña con al menos 70 votos. En caso de que no haya elección, el primer candidato será el próximo vicepresidente del país.
Las funciones serán asignadas según las «aptitudes» que tenga la persona seleccionada, agregó el mandatario, cuyo gobierno en casi un año cambió dos veces de vicepresidente por casos de corrupción.
La denuncia del ex asesor de Vicuña conmocionó la política ecuatoriana ya que la funcionaria reemplazaba a Glas, vicepresidente titular, que perdió su cargo por ausencia al estar preso por recibir 13,5 millones de dólares de sobornos de la brasileña Odebrecht, por lo que fue condenado a seis años de cárcel.