Aproximadamente dos mil personas, en su mayoría combatientes del grupo yihadista Estado Islámico se rindieron el martes a las fuerzas kurdo-arabes que han iniciado el asalto a su último feudo en el este de Siria, informó un portavoz.
Ese grupo que huyó de Baghuz está siendo trasladado a una posición de las Fuerzas Democráticas Sirias para su control, informó el portavoz, Adnan Afrin.
Las mujeres y niños fueron llevados al campo de desplazados de Al Hol, ubicado a unos 300 kilómetros al norte de la zona de combates, mientras que los hombres son separados y conducidos a centros de detención.
La ofensiva final contra el Estado Islámico implica el fin geográfico y de la tenencia del territorio del grupo terroristas. Sin embargo muchos miembros del califato pudieron huir a otras zonas, lo que hace más peligroso a la organización pues sus células se han dispersado en distintas zonas de la región y pueden propagar su ideología en otros países.
El grupo radical aún tiene presencia en algunas zonas desérticas del centro del país, donde están rodeadas por las tropas gubernamentales sirias.
El grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad en el atentado en Moscú que hasta ahora suma 133 muertos. El presidente ruso, sin embargo, prefiere apuntar a Ucrania
"Soldados del califato lograron colocar una bolsa con explosivos", anunció el Estado Islámico en Telegram. La detonaron dentro de la mezquita cuando estaba llena de personas
"Es una guerra, a la que pedimos a Dios que no sofoque sus fuegos hasta que se quemen los adoradores de la cruz y destruyan su reino para que sufran lo que han sufrido los musulmanes", aseguró al final de un audio Abu Omar al Muhager, un nuevo representante del EI
