“Aún hay una causa probable para sospechar que Assange cometió una violación”, indicó en una rueda de prensa en Estocolmo la subdirectora de la fiscalía pública sueca, Eva-Marie Persson. “Mi opinión es que se requiere un nuevo interrogatorio a Assange”.
La fiscalía sueca presentó cargos preliminares contra Assange después de su paso por el país en 2010, tras las denuncias de dos mujeres suecas que dijeron haber sido víctimas de delitos sexuales cometidos por Assange.
El informante australiano viajó de Suecia a Gran Bretaña en septiembre de 2010 y se refugió en la embajada ecuatoriana en junio de 2012 para evitar su extradición.
Tras casi siete años en el edificio, fue detenido el 11 de abril por la policía británica cuando Ecuador después de que Ecuador le retirase el asilo político, acusándole desde de interferir con los asuntos exteriores del país hasta de falta de higiene.
Ahora se encuentra en la prisión londinense de Belmarsh cumpliendo una pena de 50 semanas por saltarse los términos de su fianza en 2012. Estados Unidos ha pedido su extradición por acusaciones de que pirateó una computadora del Pentágono.
Aunque Suecia archivó en 2017 otro caso de supuesto abuso sexual contra Assange porque había prescrito, aún tenía pendiente una denuncia de violación que no pudo procesarse mientras Assange vivió en la embajada. Ese caso prescribe en agosto de 2020.
Él ha negado las acusaciones, afirmando que tenían motivaciones políticas y que las relaciones sexuales fueron consentidas.
El abogado sueco de Assange, Per E. Samuelsen, dijo el lunes a la televisora sueca SVT que estaba “muy sorprendido” por la decisión de reabrir el caso.
“No comprendo los motivos de la fiscalía sueca (…) para reabrir un caso de hace diez años”, dijo.
Las autoridades emitirán una orden de detención contra Assange, señalo Persson. Una corte sueca podría emitir la petición formal de extradición, que el sospechoso podría apelar.
Aunque el caso podría cerrarse si vence el plazo límite, señaló Persson, “también hay una oportunidad de que podamos extraditarlo antes del 17 de agosto del año que viene”.
El proceso en Suecia podría hacer que las autoridades británicas tengan que decidir si extraditan a Assange a Suecia o a Estados Unidos.
El australiano de 47 años conoció a las denunciantes en Suecia a través de una conferencia en agosto de 2010 en Estocolmo. Una de ellas participó en la organización de un acto del Partido Socialdemócrata sueco, una formación de centroizquierda, y se ofreció a alojar a Assange en su departamento. La otra estaba entre el público.
Un agente de policía que tomó declaración a las mujeres consideró que había motivos para sospechar que eran víctimas de delitos sexuales y derivó el caso a un fiscal.
Ninguna de las supuestas víctimas ha sido identificada de forma pública.