La oleada de migrantes venezolanos en la región suramericana encontró en Perú un espacio para hacer vida. Datos del gobierno inca aseguran que más de 850.000 venezolanos se encuentran ahí, la gran mayoría con intención de establecerse en sus latitudes.
La agencia de noticias Reuters mencionó una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú (INEI), el cual detalló varios puntos sobre el exilio venezolano y su desarrollo en dicho territorio.
El estudio arrojó que el 94.7% de la población venezolana que hace vida ahí tiene deseos de quedarse, mientras que el resto aseguró que sus planes a corto plazo son dar el salto a otros países de la zona, como Chile o Argentina.
En el campo laboral, la encuesta destacó la situación del grupo, con apenas un 11.5% cuenta con contrato para ejercer sus labores.
Mientras, poco más de la mitad de los que cuentan con empleo (56.7%) se desarrollar en el sector servicios, con restaurantes y hoteles como los principales sitios de trabajo.
El promedio de horas de labores a la semana –continuó la encuesta– es de 51 y el ingreso mensual es de 1.116 soles, unos $339.
La remuneración económica tiene incidencia directa en sus gastos. De acuerdo con el estudio, del 95.7% que vive alquilado, el 62.4% reside en hogares de solo una habitación.
Pese a las facilidades que en un principio adoptó el gobierno peruano a favor de la migración venezolana, casi la totalidad de estos aún no cuentan con los beneficios en materia de salud que ofrece el país. Los números de la encuesta así lo reflejan, con 91.5% del total sin seguro.
Para mejorar -aún más- la productividad en la región, será tarea esencial integrar a los trabajadores migrantes en profesiones u oficios calificados que les permitan utilizar sus habilidades
Además de la detención de migrantes por fuerzas estadales, en Texas el gobernador también ha lanzado iniciativas para construir muros y barreras en la frontera
La combinación de un flujo masivo de migrantes, la falta de consenso entre los gobiernos de la región junto a la mirada impasible de las autoridades, y la presencia criminal organizada, entre otros elementos, han terminado por convertir a la selva del Darién en una especie de nudo gordiano
