Internacionales

Franco y otros muertos molestos de la historia reciente

El Tribunal Supremo español avaló este martes la exhumación del fallecido Francisco Franco de su monumental mausoleo en las afueras de Madrid, objeto de un pulso judicial entre el gobierno del socialdemócrata Pedro Sánchez y los descendientes del dictador. Pero no es el primer caso de un muerto "molesto" que da que hablar mucho tiempo después de su fallecimiento y genera divisiones.

Publicidad

Josef Stalin

Cuando murió, en 1953, el dictador de la Unión Soviética fue inhumado en el mausoleo de Lenin en Moscú. En 1961, sus restos fueron trasladados a una tumba más modesta cerca del Kremlin, en el marco de la desestalinización. El sepulcro sigue siendo un lugar de peregrinación para muchos nostálgicos.

Nicolae Ceausescu

Tras unas manifestaciones reprimidas a sangre y fuego, el dictador rumano y su esposa, Elena, fueron detenidos, sometidos a un juicio sumario y fusilados el 25 de diciembre de 1989 en un cuartel del norte de Bucarest. Ante el temor de que se profanaran sus tumbas, fueron enterrados por la noche después de su ejecución bajo unas cruces con un nombre falso. Más tarde, se añadiría el nombre del matrimonio. En los últimos años se registró un aumento de la nostalgia del comunismo en Rumania, alimentada por el desencanto frente a la clase política. En enero de 2018, muchos admiradores de Ceausescu visitaron su tumba de mármol rojo, situada en el cementerio Ghencea de Bucarest, con motivo del centenario de su nacimiento.

Enver Hoxha

Al morir en 1985, Enver Hoxha, que dirigió Albania con mano de hierro durante 40 años, fue inhumado en el Cementerio de los Mártires en Tirana. En 1992, tras la caída del comunismo, sus despojos fueron exhumados y trasladados a un cementerio público ordinario en las afueras de la capital del país. En un principio, se construyó un mausoleo con forma de pirámide en el centro de Tirana, pero nunca llegó a ocuparlo y hoy está en ruinas, tras haber servido durante años como centro cultural.

Muamar Gadafi

Asesinado durante la revolución en Libia en octubre de 2011, el dictador fue enterrado en un lugar secreto del desierto después de una ceremonia religiosa. «Una decisión destinada a evitar que algunos pro-Gadafi hagan peregrinaciones a su tumba», justificó en su momento un responsable militar libio. «Se hará como con Adolf Hitler», agregó el militar, en alusión al dictador nazi, cuyo cadáver hicieron desaparecer los soviéticos después de su suicidio en un búnker de Berlín, en 1945.

Sadam Husein

Sadam Husein, que gobernó Irak desde 1979, fue detenido en 2003 por los soldados estadounidenses. Estuvo encarcelado en Bagdad hasta el 30 de diciembre de 2006, cuando fue ejecutado, acusado de crímenes contra la humanidad. Su cuerpo está enterrado en el mausoleo que se hizo construir en su pueblo natal, Auja. El edificio solía ser visitado por sus familiares y simpatizantes, pero hacia 2014 fue destruido en misteriosas circunstancias. Hubo quien afirmó que fue destruido por la fuerza aérea iraquí, otros, que se hizo con dinamita. No se sabe si el cuerpo sigue estando bajo las ruinas del mausoleo o si fue trasladado a otro lugar antes o después de la destrucción del lugar, como apuntan los rumores.

Haile Selassie

Los restos del último emperador de Etiopía, fallecido en misteriosas circunstancias en 1975, fueron descubiertos en febrero de 1992 y exhumados de una fosa en Adís Abeba donde habían sido depositados por los dirigentes de la revolución de 1974. No fue hasta noviembre del 2000 cuando el emperador fue inhumado en presencia de la familia imperial.

Rudolf Hess

Los restos de la antigua mano derecha de Hitler, muerto en prisión en 1987, fueron exhumados a escondidas el 21 de julio de 2011 y su tumba en Baviera fue destruida para poner fin a los homenajes neonazis que tenían lugar cada año. Sus restos fueron incinerados y las cenizas lanzadas al mar.

001_1KK6XJ_JPEG

Publicidad
Publicidad