Internacionales

Colombia inicia mejoras en el paso fronterizo con Venezuela

El gobierno de Iván Duque informó que el mejoramiento de la infraestructura perimetral del Centro Nacional Fronterizo protegerá a los migrantes de fenómenos de inseguridad existentes en la zona

Frontera
ARCHIVO | AFP
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó que el proceso de mejoramiento de la infraestructura perimetral del Centro Nacional Fronterizo (Cenaf), ubicado en el Puente Internacional Simón Bolívar en la frontera con Venezuela, consta de una adecuación física que mejora el acceso de los usuarios a dicha infraestructura, protegiendo a los migrantes de fenómenos de inseguridad existentes en la zona.

El mejoramiento se lleva a cabo en 500 metros lineales que se ubican alrededor de la infraestructura del Centro Fronterizo y regulan con mayor orden el acceso de quienes cruzan diariamente este punto de frontera, lo que permitirá un mejor servicio de control sanitario, aduanero y migratorio por parte de las autoridades competentes.

Según informó el ministerio de Exteriores colombiano, los mejoramientos descritos se harán con apoyos internacionales y se han diseñado por la junta técnica compuesta por Migración Colombia, el Ministerio de Transporte, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) y la coordinación de la Dirección de Integración y Desarrollo Fronterizo de la Cancillería.

Abusos en la frontera

Un informe de Human Rights Watch (HRW) alertó este miércoles que grupos armados ilegales imponen su ley en una amplia franja de la frontera entre Colombia y Venezuela, a ambos lados, donde amenazan a los habitantes con castigos que van desde multas o trabajos forzados hasta la muerte.

Esta situación se presenta en el departamento colombiano de Arauca y el vecino estado venezolano de Apure, región fronteriza a merced de grupos guerrilleros y otras organizaciones armadas que cometen todo tipo de abusos con total impunidad.

«Los residentes en Arauca y Apure viven con miedo, ya que los grupos armados reclutan a sus hijos e imponen sus propias reglas, amenazan a los residentes y castigan a quienes desobedecen, incluso con asesinatos o meses de trabajo forzado en los campos», dijo el director ejecutivo para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, quien presentará el estudio en Bogotá.

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