El republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos contra la demócrata Kamala Harris, anunciaron este miércoles 6 de noviembre los medios estadounidenses.
En la mañana del miércoles, según las proyecciones de CNN y AP. y tras vencer en Wisconsin, Trump contaba con 277 delegados electorales, sobrepasando los 270 requeridos para ganar la elección. A falta del cinco estados por determinar el resultado final, podría seguir ampliando su ventaja.
El expresidente, de 78 años, logró su desafío de regresar a la Casa Blanca después de una campaña atípica, muy agresiva e incierta hasta el último minuto. Será el presidente 47, tras haber sido el 45 entre 2017 y 2021.
Trump logró importantes triunfos en estados clave como Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte en unas elecciones que definen quién reemplazará a Joe Biden en la presidencia.
El candidato republicano regresa a la Casa Blanca tras su derrota en 2020.
«Es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer de nuevo grande a Estados Unidos», dijo Trump al declararse ganador en un discurso en Florida ante sus seguidores y rodeado de su familia y de su compañero de fórmula, el senador JD Vance.
«Vamos a ayudar a sanar nuestro país», dijo el republicano de 78 años, que prometió una nueva «edad de oro».
«Estados Unidos nos ha dado un mandato sin precedentes y poderoso», agregó.
La campaña de Harris anunció en la madrugada que la candidata no hablaría mientras se siguieran contando votos.
Georgia fue el primer estado al que Trump dio la vuelta tras perderlo con Biden en 2020 y luego le siguió Pensilvania.
Trump reivindica la victoria
«Hemos hecho historia», proclamó Trump este 6 de noviembre a sus seguidores en West Palm Beach, Florida, cuando sumaba 266 votos electorales frente a los 219 de su rival.
«Vamos a ayudar a nuestro país a sanar», añadió Trump, de 78 años, convencido de que va a ganar el voto popular. Si es así sería la primera vez que un republicano lo consigue en 20 años.
Poco antes el canal Fox News, muy seguido por los conservadores, lo proclamó ganador.Es el único medio estadounidense en haber dado un resultado final.
El líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, se apresuró a felicitar al «presidente electo» Trump.
Hacía un rato ya que Donald Trump acariciaba su regreso a la Casa Blanca al ganar tres de los siete estados claves en los comicios.
El republicano se impuso en Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania. Quedan pendientes los resultados de Arizona, Nevada, Míchigan, Wisconsin.
Jen O’Malley Dillon, la jefa de campaña de Harris de 60 años, albergaba la esperanza de ganar en los dos últimos y Pensilvania, conocidos como el «muro azul».
En el resto de los estados, que suelen dividirse entre los tradicionalmente demócratas o republicanos, no hubo sorpresas. Entre otros, Trump sumó como era de esperar Florida y Texas, y Harris Nueva York, California y la capital, Washington.
La suerte parece sonreír a los republicanos que además han arrebatado a los demócratas el control del Senado, cambiando el equilibrio de poder en una cámara esencial para aprobar reformas.
Además estaba en juego la renovación de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y varios gobernadores.
«Mucho mejor»
Los estadounidenses vivieron con ansiedad esta noche que tuvo en vilo al resto del mundo por sus repercusiones en la guerra en Ucrania y en Oriente Medio, así como para el calentamiento global, que Trump considera una falacia.
China, Israel y Francia se apresuraron a felicitarlo. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que espera que Trump ayude a Ucrania a lograr «una paz justa».
En el Centro de Convenciones del Condado de Palm Beach, los seguidores del multimillonario están eufóricos.
«Siento que Trump ya ha ganado las elecciones. Esto ha terminado y creo que el mundo está a punto de ser mucho mejor», dice Moses Abraham, de 22 años.
El resultado es histórico. De confirmarse, sería el segundo mandato no consecutivo de un presidente desde 1893 y el más viejo en ser electo.
Mitin tras mitin, el republicano repitió la partitura de 2016 y 2020, presentándose como un antisistema.
El mismo credo de siempre: la lucha contra los migrantes en situación irregular que, según él, «envenenan la sangre» del país.
Los tacha de «terroristas», «violadores», «salvajes», «animales» salidos de «cárceles y manicomios».
Condenado por un delito penal a finales de mayo y con vatias inculpaciones pendientes, el septuagenario pintó un panorama sombrío del país durante una campaña dominada por la violencia verbal.
Trump insultó a Harris llamándola «lunática radical de izquierda», «incompetente», «tonta» y persona «con un «coeficiente intelectual bajo», entre otros calificativos.
Ella lo llamó «fascista». Otro tanto hizo él.
Eso sin contar el comentario de un humorista pro-Trump que dijo que Puerto Rico es como una «isla flotante de basura» o un desliz del presidente Biden quien, en reacción, llamó «basura» a los seguidores del conservador.
Tres meses
Harris, negra y de ascendencia surasiática, también aspiraba a hacer historia como primera mujer en el cargo más importante de la nación.
Tuvo solo tres meses para convencer. Entró en campaña después de que el presidente Joe Biden tirara la toalla en julio.
Lo intentó con un programa electoral vago pero centrista. Proponía firmeza frente a la inmigración ilegal, mejoras para la clase media y la defensa del derecho al aborto.
Tenía previsto hablar a sus seguidores en la Universidad Howard de Washington, el buque insignia de la formación de los estudiantes negros, donde estudió, pero anuló el discurso.
Allí, las sonrisas dieron paso a los ceños fruncidos a medida que avanzaba la noche, comprobó una periodista de la AFP.
«Ahora tengo miedo, estoy ansiosa. Apenas puedo mover las piernas», contó Charlyn Anderson.
Con información de AFP