Opinión

Tras la desaparición de USAID, ¿podrá la UE liderar la cooperación internacional?

2025 ha sido un año de reacomodo e incertidumbre en materia de cooperación internacional tras la abrupta desaparición de USAID, que llegó a tener un presupuesto anual de 70.000 millones de dólares. La pregunta que flota en el ambiente es sobre el rol protagónico que podría tener la Unión Europea (UE) en esta coyuntura global

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UE

En 2024, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de la Unión Europea (UE) y sus 27 Estados miembros alcanzó en su conjunto los 95.900 millones de euros. Aunque en volumen la cifra es más alta que el tope de presupuesto que alcanzó la ahora extinta Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en 2023, la cooperación europea está lejos de alcanzar los compromisos que adquieran sus gobiernos. Y lo peor es que está mermando debido a que los presupuestos entre los Estados de la UE se reorientan a gastos de seguridad y defensa por la invasión rusa de Ucrania.

Toda la AOD europea del año pasado representó apenas 0,47% de la Renta Nacional Bruta (RNB) colectiva de la UE.

En 2023 había representado 0,57% y esta merma es una señal de que los presupuestos nacionales en Europa occidental están menos atentos a lo que otra época parecía crucial: desde la prosperidad del norte colaborar con el desarrollo del sur global (América Latina, Asia y África).

Lo más grave es que en lugar de acercarse, se aleja de la promesa de que en 2030 la UE y los países socios estarían destinando 0,70% de su renta anual a ese sur global.

El rol que podría jugar la UE

Esta merma y la falta de claridad de cómo responderá ante la ausencia de la USAID, no saber si Europa redoblará sus esfuerzos para destinar más recursos a la cooperación internacional –un asunto crucial que han evadido en Bruselas-, plantea un escenario de incertidumbre para el financiamiento del desarrollo sostenible en América Latina, Asia y África, pero en especial para la región latinoamericana y caribeña que históricamente tuvo más lazos en materia de cooperación con la USAID que con la UE y sus naciones.

A la falta de una definición clara de cómo responderá Europa ante la actual coyuntura, conviene remarcar que el liderazgo de la UE no solo depende de su capacidad financiera, sino de su habilidad para coordinar políticas entre sus 27 miembros, alinear prioridades con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y responder rápidamente a crisis globales.

La UE tiene fortalezas claras para liderar la cooperación internacional, si esa fuese su decisión. Primero cuenta con un marco institucional que prioriza la erradicación de la pobreza, la sostenibilidad y el fortalecimiento de capacidades locales. En segundo término, cuenta con un enfoque multilateral que le permite canalizar fondos a través de organizaciones internacionales, ONGs y gobiernos locales, y esto amplía y diversifica su alcance.

Ante el abrupto cese de la USAID, asunto que se analizó en un texto anterior de El Estímulo, la UE tendría que responder con un mayor y más amplio programa de financiación al desarrollo internacional, así como agilizar procesos burocráticos para cubrir este vacío, especialmente en contextos de crisis humanitarias o conflictos, donde la rapidez es crucial.

Los principales donantes europeos

Con ayuda de Grok, la herramienta de inteligencia artificial de X, y partiendo de los datos de 2023 que son los que aparecen publicados de forma oficial, presentamos cuáles son los tres principales donantes europeos al desarrollo internacional.

Alemania: Como la mayor economía de la UE, Alemania destinó 29.600 millones de euros a AOD en 2023, equivalente a 0,79% de su renta bruta nacional. Gran parte de esta ayuda se canaliza a través de la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), y el énfasis está puesto en sostenibilidad, cambio climático y desarrollo económico en África y Asia.

Francia: Este país aportó 15.600 millones de euros, lo cual equivale a 0,56% de su renta bruta. La cooperación se canaliza principalmente a través de la Agencia Francesa de Desarrollo, que está enfocada principalmente en proyectos en África francófona.

España: Finalmente, España destinó 4.100 millones de euros, el 0,34% de su renta bruta. Positivamente, hubo un aumento de 23% respecto a 2022, en el mayor aumento presupuestario para el desarrollo internacional desde el año 2010. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) prioriza América Latina.

En conjunto, estos tres países representan cerca de 50% total de la ayuda europea al desarrollo. Venezuela, por largos años y diversas razones, lamentablemente no es prioridad para el financiamiento de la UE, ni tampoco lo es para la AECID. Con lo cual la llegada de recursos para la cooperación desde Bruselas o Madrid son hechos más bien escasos y ocasionales.

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