Hombres, mujeres, niños y adultos mayores están expuestos a diversas patologías que pueden afectar el cerebro y su funcionamiento; algunas pueden tratarse con métodos farmacológicos, otras en cambio llevan obligatoriamente al quirófano
¿Pueden los refrescos y el chocolate ser causante de una de las enfermedades más frecuentes del cerebro? Sorprendentemente sí. La migraña es la principal dolencia cerebral de los adolescentes y es una de las cinco más frecuentes en la población en general.
Siendo el cerebro el encargado de integrar toda la información recibida por los órganos sensoriales y organizar una respuesta, además de ser el responsable de controlar las funciones motoras, emocionales y cognitivas como los son el razonamiento, la expresión emocional y la memoria, es importante conocer qué hacer cuando algo falla.
Por ello, el neurocirujano Radovan Sancevic, comparte el listado de las enfermedades más frecuentes del cerebro, según la edad, y cómo detectarlas.
Radovan Sancevic explica que la patología más recurrente en los niños recién nacidos es la hidrocefalia, que se caracteriza por la acumulación de líquido encefaloraquídeo en las cavidades del cerebro.
“Se produce cuando hay alguna alteración y comienza a crecer la cabeza de los niños. El tratamiento de la hidrocefalia es con válvulas. Ellas funcionan con unos catéteres colocados dentro de esas cavidades y permiten drenar el líquido hacia el abdomen. Es una patología reversible”.
Otra enfermedad frecuente en los niños es la craneosinostosis.
“Es un defecto de nacimiento, en el cual los huesos del cráneo del bebé se cierran prematuramente, haciendo que el crecimiento de su cabeza no sea regular. Es decir, en todas las direcciones. Y, por el contrario, puede crecer más la frente o la parte de atrás. Es lo que llaman niños cabeza de mango, o las plagiocefalia. Hay diferentes tipos de craneosinostosis y se resuelven con intervenciones quirúrgicas en las que se eliminan las uniones anormales de los huesos. Se realizan reconstrucciones casi completas de la bóveda craneal”.
Entre los adolescentes, la patología más frecuente es la migraña.
“Es un dolor de cabeza, o las famosas jaquecas, que puede comenzar entre los 10 a 15 años. Frecuentemente se registra más en mujeres. La migraña es un dolor de cabeza que va a estar toda la vida, con períodos mejores y otros menos. Para estos casos hay tratamientos preventivos y tratamientos medicamentosos para las crisis severas”, explica el doctor del Grupo Médico Santa Paula.
Al detallar las causas de la migraña en adolescentes, Sancevic explica que “está asociada normalmente a un tipo de comidas como los chocolates, refrescos oscuros y jugos». Por ello, las personas vulnerables deben evitar estos productos.
Otra de las enfermedades frecuentes del cerebro en los adolescente es la epilepsia, que se caracteriza por convulsiones.
En el caso de los adultos, los tumores cerebrales son la enfermedad más frecuentes. No todos estos tumores, sin embargo, significan cáncer.
“Hay tumores malignos y benignos y hay cáncer de cerebro”, dice.
En el caso de los pacientes mayores de 70 años, la patología muy frecuente que se observa es la hidrocefalia normotensiva del adulto. A veces se confunde con demencia senil y no lo es. De hecho, se puede revertir.
Se trata de “una acumulación de líquido anormal que produce la enfermedad de Hacking, que produce un trastorno de la marcha, urinarios y cognitivos».
Es importante conocerla porque es la única demencia en el adulto mayor que es reversible. Si se le coloca una válvula en el cerebro el paciente mejora; de allí la importancia del diagnóstico.
Son múltiples los estudios que señalan que cuidar la tensión, controlar el azúcar y evitar fumar son acciones de protección al cerebro. En tal sentido, el doctor Sancevic destaca que es importante también hacer ejercicio.
Las personas que hacen ejercicio tienen mejor memoria y mayor actividad cognitiva con el paso de los años. Hacer ejercicios anaeróbicos permite una mejor oxigenación del cerebro. También una buena dieta, baja en colesterol, en triglicéridos y en carbohidratos.
“Y finalmente una cosa que poco le hacen caso: hay que descansar. Se debe dormir lo necesario, entre 5 y 8 horas. Es el tiempo que el cerebro necesita pues las neuronas se nutren mejor cuando la persona duerme”.
La llamada "rigidez cognitiva" impide a las personas adaptar sus actitudes a las circunstancias, incluso si lo acostumbrado ya no da resultado
