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Suiza libera documentos sobre entramado de corrupción en Pdvsa

El Tribunal Federal de Suiza liberó de documentos bancarios que probarían el desfalco de Pdvsa por el que son investigados empresarios y ex funcionarios del chavimo

Suiza
AFP
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La justicia de Suiza accedió este jueves a liberar documentos bancarios que probarían un presunto entramado de corrupción en Pdvsa por $4,500 millones, reseñó el portal El Nuevo Herald. Estos documentos reactivarían la investigación iniciada hace dos años por la fiscalía de Estados Unidos.

Las averiguaciones se centran sobre los banqueros Luis Oberto e Ignacio Oberto, los empresarios Alejandro Betancourt y su primo Francisco Convit, al igual que sobre el ex presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, y el ex viceministro de Energía, Nervis Villalobos.

Un banquero suizo que presuntamente habría orquestado el esquema internacional de lavado de dinero y corrupción también está bajo investigación.

Se sospecha que los involucrados pagaron sobornos a funcionarios del gobierno venezolano para crear la trama de corrupción. En esta, las empresas controladas por los empresarios otorgaban a Pdvsa préstamos en bolívares que posteriormente se pagaban en dólares, con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela.

La clave del negocio era utilizar el sistema cambiario a su favor, para así multiplicar en pocos meses los montos invertidos en un principio. De esta forma, presumen las autoridades estadounidenses, consiguieron ganancias millonarias, que se depositaron en cuentas suizas.

El Nuevo Herald añade que la mayor parte del dinero se transfirió a cuentas controladas por los Oberto, en el banco Compagnie Bancaire Helvetique. El resto llegó hasta sus cuentas en EFG Bnk AG y otras siete instituciones en Suiza.

Las ganancias

Las autoridades creen que los involucrados pagaron sobornos a las autoridades chavistas para tener acceso al esquema de préstamos ejecutados entre 2012 y el 2014.

El potencial rendimiento de la operación aumentaba a medida en que el bolívar se depreciaba frente al dólar estadounidense. En los primeros meses del esquema las operaciones generaban un potencial de ganancias equivalentes al doble o el triple del monto de préstamos. Meses después, con el avance de la inflación, las potenciales ganancias llegaron a alcanzar diez veces la inversión inicial.

Para diciembre de 2014, la tasa oficial más baja valía un dólar estadounidense. En el mercado negro, que era el único disponible para una gran mayoría de venezolanos, la tasa de cambio era de 172 bolívares por dólar.

Eso le daba al grupo la oportunidad de multiplicar sus inversiones por un factor de 14, con la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio libre permitiéndoles recibir un pago de $14,000 por cada $1,000 que suministraban en bolívares.

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