Viciosidades

Ayahuasca, la bebida para adquirir una nueva conciencia

Recientemente estuvo en las carteleras criollas el filme de coproducción colombo-venezolana y argentina, “El abrazo de la serpiente”, el cual trata del tema de la Ayahuasca en su pleno uso introspectivo y medicinal. Es por eso que quisimos en UB explicar un poco sobre los componentes y síntomas que produce este brebaje

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En la capital venezolana, así como en muchas otras ciudades se ha puesto de moda las ceremonias de Ayahuasca. Estas son comercializadas semana tras semanas en espacios de retiro, y muchos han tenido el chance de probar este brebaje sin tomar en consideración sus beneficios espirituales. También algunos fans de la cultura New Age, la medicina holística y la meditación han llegado a estas ceremonias que cada vez toman más carácter de evento, pero que si son bien dirigidas, distan mucho de ser una fiesta o rave.

En UB nos ha llegado informaciones sobre algunas «tomas» —como son llamadas estas ceremonias— que se realizan en la Quinta Los Anaucos, en San Bernardino, y también en el Espacio Galipán, en el  Ávila. De este último centro, nos han hablado muy bien y hemos tenido el chance de recibir sus boletines informativos con invitaciones diferentes retiros o tomas de Yage, como también es llamada a esta bebida.

La Ayahuasca como brebaje es una bebida oscura y espesa creado por las culturas amazónicas ancestrales. Su nombre se traduce como «soga de los muertos», porque supuestamente su ingesta crea un vínculo entre el mundo terrenal y el espiritual, pero en lenguaje científico esta sustancia promueve el acceso a estados modificados de conciencia.

La bebida se prepara en una decocción de dos componentes vegetales: una liana llamada Banisteriopsis Caapi y la Chacruna que tanto se menciona en la película «El abrazo de la Serpiente». El nombre científico de esta última es Psychotria viridis, se trata de un arbusto que contiene dimetiltriptamina (DMT), un compuesto natural psicoactivo que induce a tener visiones. Este provoca los estados de conciencia alterados que incluso han sido probados por psiquiatras, antropólogos y psicólogos en el tratamiento de trastornos de estrés postraumáticos, depresiones, problemas emocionales, comportamientos delictivos y adicciones a las drogas. Así lo reseña El Mundo de España.

Algunos estudios han revelado que todos los seres humanos segregamos cantidades mínimas de DMT en la glándula pineal, pero también segregamos enzimas que la degradan. La Banisteriopsis caapi, también usada en la Ayahuasca, contiene β-carbolinas que inhiben la monoaminooxidasa (MAO), lo que impide la degradación de dimetiltriptamina en el intestino; de este modo, la Ayahuasca resulta psicoactiva en la administración oral. Estudios sobre estas plantas se siguen haciendo, tal como lo refiere el extracto de la investigación científica de Dennis J. McKenna, G.H.N. Towers, F. Abbott: Plantas alucinígenas inhibidoras de monoaminooxidasas en América del Sur.

abrazo de la serpiente

Obtención de la nueva conciencia

La Ayahuasca es calificada positiva o negativamente de acuerdo a quién se le pregunte. Los indígenas o chamanes entrenados dirán que estas plantas son medicinales y muy potentes. Algunos científicos la criticarán y otros la verán como una droga que sirve para combatir otras drogas o afecciones emocionales. Según el doctor en Antropología y Etnopsicología consultado por El Mundo, José María Fericgla, esta bebida tumba las barrera de la consciencia para acceder a lo inconsciente, lo que provoca una visión del estado interno de la persona.

Chamanes y científicos defensores del Yage coinciden que la ceremonia es para la instrospección, para buscar dentro de uno mismo respuesta existenciales. No se trata de una droga o un alucinógeno.

Según declaran en sus informaciones los organizadores de las tomas en Espacio Galipán, «la Ayahuasca es una poderosa medicina para el cuerpo y el alma. No tiene ningún efecto secundario, ni produce ningún tipo de adicción. Es un recurso de sanación, no se trata de tener una “nueva experiencia” o de un tipo de divertimento, se trata de meditación y sanación chamánica. Así que es recomendable traer un propósito de vida a la ceremonia».

No es para todo el mundo

Esta no es una bebida que debe tomarse a solas o sin guiatura. Las visiones que produce la Ayahuasca, así como los síntomas de nauseas, vómitos o incluso ganas de ir al baño, pueden asustar a la persona o desencadenar psicosis o traumas.

Exiten una serie de espicificaciones que prelan a algunas personas de ingerir el Yague. Las informaciones de Espacio Galipán, no solo recomiendan asistir a la ceremonia con un propósito espiritual especifico, sino que obligan a los participantes a firmar una declaración de responsabilidad y participación voluntaria y hacen una serie de recomendaciones con miras a hacer mejor y más útil la ceremonia a los participantes.

No se recomienda a personas con síntomas o riesgos cardíacos, damas que se encuentren en su período menstrual, personas sometidas recientemente a alguna operación quirúrgica o personas en tratamientos psiquiátricos, o que tomen antidepresivos.

Asimismo, recomiendan consumir agua en abundancia, comer ligero y natural durante el día y la semana previa a la terapia, preferiblemente sin carne, lácteos y alcohol.

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Legalidad

En Venezuela no hay ley alguna que prohíba esta sustancia y la ingesta de la misma resulta completamente legal. Incluso las medicinas de origen indígena están protegidas por la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela y la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades, así como su difusión y su incorporación a los sistemas formales de salud.

Artículo 112 de la Ley de Pueblos y Comunidades. El Estado, a través de los órganos, entes y demás organismos competentes y en coordinación con los pueblos y comunidades indígenas, creará las condiciones necesarias para la incorporación de la medicina tradicional y las prácticas terapéuticas de los pueblos y comunidades indígenas, a los servicios del Sistema Nacional de Salud dirigidos a los pueblos y comunidades indígenas. Los indígenas especialistas en su medicina tradicional podrán utilizar sus conocimientos y procedimientos con fines preventivos y curativos, siempre que cuenten con el consentimiento de los pacientes, indígenas o no-indígenas, y se realicen en los lugares destinados para tales fines. Estas prácticas serán respetadas por todas las instituciones públicas de salud.

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