En estos momentos, de feminismo hijo de puta me pongo cojonudo. Debo hacer un balance de cómo muchas mujeres sin estima personal acuden a los maricos para sentirse seguras. Sin embargo, en la actualidad las féminas se han comido el cuento de generalísimas y andan “arrolladoras”. Eso me encanta, pero garrote con las abusadoras, nadie es más que nadie.
En el medio vi mucho esto de grandes luminarias subyugando a maquilladores, peluqueros y diseñadores y a más de una le dije: “¡Mira mijita!, no me gustan las misses y tampoco soy tu perrito faldero, aunque comparto contigo eso, amiga, mi lindis, de ser un perra”.
Se trata de compartir, de sacar el mejor provecho de estos hermosos recuerdos, de una década hermosa que me delineó, de sus personajes, de vaciar mi vaso para llenarlo de cosas nuevas y dejar ir a un lugar impresionante a lo que ha de transmutarse para mejor.
Círculo de dos décadas prodigiosas.
Caricuao es como el Bronx, y siempre lo será. De ahí grandes portentos de esta Caracas “In Da Highest Ghetto”. De ahí salió para gloria de la moda internacional el súper mega talentoso Marcos Sandrea, visto más como un performer su estilo impresionante y su sabiduría trendy hablaban por él.
Los 80 fueron su escena como performer exquisito. Los festivales de teatro de Caracas su escena y él, la quinta esencia de las fiestas de los «Off Festival». En 1992 un gran amigo, admirado y querido, el ahora reconocido maquillador internacional Jorge Maximiliano Lugo, le veía como a una diosa. En la feria del CCCT le conocí y decían que éramos idénticos: él una geisha reconocida y sí, yo una humilde maiko.
Resulta que había unos partys con el título de matinée: es decir, de 3 de la tarde a 7 de la noche. Locación: The Punch. Público: Los maricos adolescentes como mis amigos y yo. Tema: revista musical drag. Y una queriendo marcar territorio, encontrarse un malandrito teen y ser la dancing queen.
En 1993 compartimos un concurso de modelos drag. Marcos salió en un performance con una manzana y le disparó con el dedo al público. La gente decía que él era muy europeo. En 1994 compartimos otro concurso. Tengo que recordar que en la revista de Harper´s Bazzar de septiembre de dicho año, aparecía el primer reportaje en América sobre el talentoso diseñador salido de los cuarteles de la moda de la Saint Martin In The Fields, su nombre: John Galliano.
Hay que destacar que después de la primera oleada de supermodelos vino la siguiente, cosa que siempre me inspiró. Galliano eligió a Kirsty Hume como su musa. Muy rubia espectacular, prototipo Abba, o sueco en la moda, me parece así.
Grandes momentos de moda en Venezuela por estos años.
Marcos Sandrea, muy divo, no cuajó mucho su participación en el colectivo del periódico Urbe.
En 1998 partió a Paris y tuvo un pequeño romance con John Galliano, ya en las filas de la casa Dior.
Regresó un año después con un tremendo book y un talento renovado y estremecedor (¡ah! debo confesar que también a mí me hizo unas fotos increíbles).
Cuentan que fue a buscar dónde comprar drogas en el barrio de Pinto Salinas. Lo asesinaron dándole unos tiros en la cara. Y así terminó un capítulo de arte y moda en Venezuela.