Otro tipo de bondage
Juegos de la mente en un país difícil, asediado. ¿Qué hacer cuando ya no se puede nada más? Bondage, propone Stayfree: experimentar
Juegos de la mente en un país difícil, asediado. ¿Qué hacer cuando ya no se puede nada más? Bondage, propone Stayfree: experimentar
Lo que nos faltaba, ahora se nos tilda a los venezolanos de terroristas: ¡la vaina no es coba! Es que me encanta esto, todo un tema bastante UB.
Tantas películas de terrorismo, sobre guerras y más lo que nos encontramos diariamente en el país, hace que se me levante el lado queer y me perfilo que soy un súper agente secreto. Nombre clave: Monsieur S.
Bondage es una palabra francesa para referirse a la esclavitud, pero a la manera de los códigos de la sexualidad es todo aquello que aprieta, amarra, esclaviza, te hace sumiso a la fuerza.
Vivimos en una sociedad que nos trae de puntas por la violencia. Entonces, ¿en qué debemos cambiar la situación?
Si hay una invasión de terroristas adoctrinadores en Venezuela y de todos los grupos más sonados del planeta, entonces vacílatela, averigua bien lo que supone el síndrome de Estocolmo, únelo con el concepto de jinetera cubana, y si eres hombre, pues el rol de chulo español. Si en ambos casos están pelando bolas, este comportamiento rapaz del inframundo es una gran fuente de ingresos, haciendo eco de todo lo que nos han implantado, desde la estrechez hasta las criptomonedas.
En todo caso, es impresionante hacerse pequeñas películas en casa cuando la televisión está ladilla, o si quieren experimentar: ¡Bondage!
Ahora, si eres de las dominatrices y del macho alfa, desde ya te conviertes en heroína y consorte. Cómo nos hacen falta mujeres a las 12 del mediodía caminando por la avenida Francisco de Miranda con diseños de cuero y sadomasoquistas pero latigueando a todo aquel que abuse, que haga trampa, que sea un déspota…
Mientras tanto, en el lado de los hombres nos encantaría a todos por igual ver a tipos vestidos de policías con ropa de cuero en las cajas de los bancos, o militares con charreteras de patente, poniendo orden por todos lados. ¡Bondage!
Sin embargo, claro que todas estas fantasías me parecen buenas porque todavía puedo delirar. Sí, son un poco naive, un poco cursis, bastante rosa, pero puedo decir que aunque mi mente casi esté fallando un poco, espero que recuerden que por lo menos seguí intentando fantasear y hacer reír a la gente.
¡Bondage!