Viciosidades

Convertibles con alma de competencia

La familia GT de Mercedes-AMG se crece con dos versiones descapotables que permiten a sus afortunados propietarios alcanzar en la calle velocidades propias de los circuitos de carrera

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Dos años después de que Mercedes-Benz sorprendiera a seguidores y detractores con el lanzamiento del Mercedes-AMG GT, la firma alemana vuelve a remover el mercado de deportivos de lujo con versiones descapotables de este hermoso biplaza. Y sí, versiones en plural, porque se trata de dos variantes equipadas con muchos de los atributos del GT 3, modelo que defiende los colores de la marca en las competiciones.

Briosos y con un impecable diseño, estas dos versiones heredan de su primo de las pistas la parrilla Panamericana de 15 parales verticales cromados, un detalle que junto al spoiler trasero de accionamiento automático que se activa de acuerdo a la velocidad alcanzada, evidencian que se trata de un pequeño roadster capaz de hacer sentir fuertes emociones.

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Amplias entradas de aire y un splitter frontal bastante pronunciado ayudan a dar un aspecto mucho más musculoso en comparación con la versión de techo duro pese a tener las mismas dimensiones. A los lados, los puntos focales están en las grandes agallas que sirven de respiradero al motor y la visual descapotable, definitivamente mucho más deportiva y agresiva.

La capota de accionamiento automático que se despliega o recoge en solo 11 segundos, está sustentada en una estructura de aluminio y magnesio para reducir peso, y puede ser ordenada en beige, rojo o negro. La idea es ordenar el tono que mejor combina con cualquiera de los 11 colores disponibles para la carrocería.

En la retaguardia, los muy amplios juegos ópticos y las dos grandes salidas del escape rematan el look desenfrenado de este convertible, provisto de inmensos rines de 19 o 20 pulgadas – según la versión- de cinco radios en aluminio opaco.

El alargado capó esconde el verdadero secreto del GT: un versátil motor de 4.0 litros V8 biturbo que con ciertos ajustes, logra desarrollar una fuerza casi imposible de crear en cada una de la versiones. En el primer caso, el GT Roadster básico, entrega 476 caballos y un par motor de 630 Nm a un máximo de 5.000 vueltas por minuto, nada mal para un auto de apenas 1.595 kilos de peso.

Con estos números, este pequeño bólido es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas cuatro segundos y colocar el velocímetro en 302 km/h, para lo cual el motor se apoya en una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades.

Y estas cifras impresionan, la variante Roadster GT C es capaz de mucho más: ajustes en la admisión permiten que el motor eleve a 557 el caballaje y a 680 Nm el torque, gracias a lo cual despacha los 100 km/h desde la posición inercial en tan solo 3,7 segundos y alcanza una velocidad de punta de 316 km/h.

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Aunque la variante más potente utiliza la misa caja de cambios de doble embrague incorpora ajuste específicos, mientras que el diferencial es controlado electrónicamente (es autoblocante en el modelo básico). En ambos casos los amortiguadores son de dureza variable AMG Ride Control.

Obviamente, el habitáculo de este nuevo Mercedes-AMG es todo un derroche de lujo, que incluye protecciones antivuelco tras los asientos, asientos más bajos, tapicería de cuero nappa y volante deportivo AMG forrado en cuero y fibra de mayor agarre.

Listo para su premier en el Salón del Automóvil de París de esta semana, las primeras unidades estarán disponibles a finales de este mismo año por un precio que aún no ha sido develado.

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